Liga Adelante | Las Palmas 0 - Xerez 0
El dominio local no puede con la solidez del Xerez
Posible penalti a Viera. Chema, el mejor de los azulinos
La suerte no se alió con ninguno de los dos bandos ayer en el Gran Canaria. Empate sin goles que deja sensaciones contradictorias en dos equipos que jugaron sus cartas de manera muy diferente pero con idéntico resultado.
Los locales saltaron al césped algo especulativos, con la intención de ver el planteamiento del Xerez. Se encontraron con un conjunto muy sólido en defensa y que alejó con solvencia los escasos intentos locales de acercarse a la puerta de un magnífico Chema. Las contínuas combinaciones entre David González y Viera pusieron la salsa a un encuentro que se antojaba complicado.
Por su parte, los visitantes encontraron en Vélez la luz que guiaría su ofensiva durante la primera parte. Los balones largos a la cabeza del ariete fue el único argumento en ataque de un conjunto que se conformaba con mantener su puerta a cero y salvar los muebles.
En la mitad del primer tiempo, Viera se internó en el área y pidió la pena máxima; el colegiado no señaló el punto de penalti, pero sirvió para que los amarillos intuyeran el camino a un gol que nunca llegó. Y fue en ese intercambio entre las combinaciones locales y contras visitantes donde los azulinos casi obtuvieron algo de petróleo: Lombán, de falta directa, envió el balón al palo como aviso de que el Xerez aún no estaba muerto.
En busca del gol.
La segunda parte comenzó con mayor intensidad por parte de los amarillos. Dominó prácticamente todas las acciones del juego. Incluso, los andaluces parecían dormidos, pero nada más lejos de la realidad. En una de sus contras, organizada por Israel, no pudo ser aprovechada por Tato, que metió el miedo en el cuerpo a los rivales. A partir de ahí, Las Palmas retomó el control del timón y siguió con un fútbol que arrancó tímidos aplausos del graderío.
A falta de la última media hora y sin Vélez en el campo, el Xerez se replegó y regaló el balón a una Unión Deportiva que lo intentó por medio de Quiroga, quien llegó a mandar un balón al palo. El dominio local fue absoluto, pero insuficiente para batir a un conjunto andaluz muy conformista.