Mucho juego y poco premio para un Nàstic que crece

No siempre el dominio se transforma en resultados, y ayer el Nàstic vivió la cara más impotente del fútbol. Ocasiones, iniciativa y remate, ante un Guadalajara que siempre se sintió cómodo con el empate en el marcador.

El choque arrancó con dos equipos que intentaron ahogar al rival, presionando arriba, y lo lograron. Los primeros 30 minutos fueron soporíferos, sin un sólo disparo a puerta por parte de ninguno de los dos equipos. A la media hora avisó Longás con un gran disparo, y el Nàstic se desató. Las llegadas de los grana fueron constantes y muy claras, mientras el Guadalajara se iba empequeñeciendo ante la embestida del rival, y metiéndose poco a poco en su área. Anibal se quedó más descolgado, aún si cabe, y Saizar en algunas ocasiones, y la mala puntería en otras, evitaron el gol grana. Prácticamente un milagro, a tenor de la retahíla de ocasiones que protagonizaron Powel, Morán y compañía.

Más madera.

Es una incógnita qué dijo D'Alessandro en el descanso, pero el Nàstic salió con la misma intensidad de la primera parte, pero dando un paso hacia delante. A causa de ello, y de la predisposición del Guadalajara a jugar en largo, se rompió el partido y éste se convirtió en un ir y venir de acciones, en las que cualquier detalle individual pudo decidir. Peragón erró un complicado remate en el segundo palo y Saizar desbarató un mano a mano con Powel. En los minutos finales sólo existió el Nàstic, que lo intentó hasta el final, pero sin premio.

Terrazas "El resultado fue justo"

"Ha sido un partido parejo, trabado, muy peleado por todos los jugadores. Defendiendo ambos equipos con mucha intensidad. El resultado final creo que refleja lo que ha sido el partido. El punto lo valoro sabiendo que el Nàstic era uno de los rivales más peligrosos que nos podíamos encontrar. Sacar un punto aquí fue valioso"

D'Alessandro "Powel juega como Dzeko"

"Quiero agradecer al público que nos apoyó en todo. El equipo hizo gala de entrega ante un rival muy difícil. Tuvimos las ocasiones para ganar el partido, el equipo circuló bien el balón. El trabajo de Powel fue inmenso, un delantero de una calidad enorme, comparable a Dzeko, el del City.