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Preeuropeo sub-21 | España 3 - Suiza 0

España se da un festín de juego y goles

La Rojita sentencia el partido en la primera parte y en la segunda se entrena con un rondo monumental ante una Suiza que fue más pacífica que nunca.

Rubén Jiménez
Actualizado a

El futuro está garantizado. Después de ver la actuación de Muniain, Isco y Thiago, a nadie le quedan dudas sobre la generación que viene y que surtirá de jugadores a la absoluta.

España salió como un vendaval desde el inicio, toque, juego y ocasiones que pronto tuvieron la recompensa del gol. En el minuto 8, Isco vio con inteligencia a Planas, que se incorporó por la banda izquierda y cedió, ante la salida de Bürki, la pelota a Iker Muniain, para que marcara a placer el primero de la noche.

Era sólo el anticipo de lo que se le vendría encima a la selección helvética. La artillería de guerra de Milla funcionó a la perfección ante una Suiza que fue más neutral y pacífica que nunca. Desbordada por el centro, se le cayó el cielo encima cuando Montoya y Planas doblaban a sus extremos y se apuntaban a la fiesta ofensiva de España.

Hubo una ocasión en la que llegaron a inquietar la meta defendida por De Gea, cuando Zuber lanzó una falta por encima de la barrera, pero cuando el balón buscaba la escuadra, la manopla del portero del Manchester United evitó el gol y les hizo ver a los helvéticos que no estaban invitados al festín de goles.

El centro del campo español danzaba con el rival, llevando el control del baile en todo momento. Fue entonces cuando le llegó el balón a Isco, cuya calidad y osadía le llevaron a dar un pase diagonal para la entrada de Montoya que no supo ver el más de medio equipo suizo al que superó con su envío. Daprela llegó tarde y evitó que Montoya recibiera haciendo penalti. Thiago asumió la responsabilidad y, ajustando el balón al palo al máximo, hizo el segundo.

Se sucedían las ocasiones. España se divertía y Suiza quería que la tortura acabase pronto. Pero se llevaron la puntilla antes del descanso con un gran cabezazo de Bartra, que teniendo un suizo en la espalda giró el cuello a la perfección para colocar el esférico en la escuadra contraria.

Se vino abajo Suiza y España no quiso hacer más sangre. La segunda parte fue un rondo monumental a todo el campo que hizo que el Nuevo Arcángel se divirtiera y gritara olés ante la exhibición de juego español.

Casi un 70% de posesión para los de Luis Milla, que suman tres puntos muy importantes para la clasificación ante Suiza, segunda de grupo, único rival real y que hasta el partido ante España no había recibido ni un gol.