La falta de puntería condena a Alcoyano y Alcorcón

El Alcoyano y el Alcorcón igualaron sin goles en El Collao en un partido en el que ambos carecieron de puntería y que supuso el quinto empate de los locales en la temporada y el primero de los madrileños como visitante.

El partido comenzó con el Alcorcón dando el primer susto a los locales. Fernando Sales le ganó la espalda a Carrión y se plantó delante del meta Maestro, aunque su remate se fue por encima del larguero. Esta buena ocasión fue el aviso de que el cuadro alfarero venía a por los tres puntos a poco que el Alcoyano se durmiera, si bien en el 15 el equipo de David Porras consiguió despertar de su letargo inicial por mediación de Miki.

Poco después, con las fuerzas más igualadas en el centro del campo, de nuevo Miki volvió a erigirse en protagonista, ahora a balón parado. Su lanzamiento con mucha intención en el 27 sale muy ajustado a la escuadra con el guardameta alfarero ya batido.

Parecía que el Alcoyano tenía controlado el partido, pero cuando peor estaba el conjunto de Anquela, Sergio Mora se sacaba de la chistera un sensacional pase a Fernando Sales que, delante de Maestro, disparó fuera.

Dos minutos después, de nuevo Sales volvió a encontrarse con un balón dentro del área y ahora era el meta del Alcoyano quien se lucía sacando una milagrosa mano para despejar el peligro. La segunda mitad comenzó con polémica. El extremeño Gil Manzano, que había pasado inadvertido en el primer tiempo, no señaló un claro derribo del lateral Rubén Anuarbe a Álvaro, con el colegiado a escasos dos metros de distancia.

En el m.59, en una acción de estrategia, el Alcoyano de nuevo obligó a Manu Herrera a realizar una gran intervención después de una falta lanzada por el central Morcillo ajustada al poste. Sin embargo, el Alcorcón supo esperar su momento, mejoró su juego y puso en serios aprietos a los locales, que tras los primeros veinte minutos de la segunda parte pasó por sus peores momentos del partido.

En el minuto 77 Miguélez tuvo el gol en sus botas con todo a su favor pero falló en lo más fácil y acabó mandando incomprensiblemente el balón fuera. Aquí se acabó toda la pólvora de ambos equipos y los últimos minutos transcurrieron sin que sucediera nada importante.