Real MAdrid | Objetivo indiscreto
Kaká se gana el cielo
Sus celebraciones contienen mensaje cifrado y dedicatoria a Jesús
La foto propone el mismo ejercicio que los retratos de Wally, ese muchacho del Athletic que se esconde en las multitudes. Como en esas ilustraciones, la importancia está en el detalle y el detalle se oculta entre la muchedumbre. Vayamos por partes.
Primero, lo fácil: nos encontramos en el Bernabéu y Kaká acaba de marcar un gol, el segundo del Real Madrid ante el Betis. Su celebración frente a la grada sería como tantas si no fuera porque Kaká es diferente. Observen sus dedos. Parecen dirigir una orquesta, un talento que consiste, alguien lo dijo, en sostener un pájaro con firmeza suficiente para que no escape, pero con dulzura bastante para no ahogarlo.
Apreciación errónea, en cualquier caso. Sus dedos no dirigen. Ni festejan. Tampoco le señalan como el número uno. No es eso. Apuntan al cielo. Fíjense ahora en el pulgar de su mano derecha. Dibuja, junto al índice, una jota que no es inicial de José (Mourinho), sino de Jesús (de Nazaret). En tiempos más permisivos, Kaká mostraba una camiseta interior que resultaba más descriptiva: "I belong to Jesus". Hoy en día los mensajes escritos, vayan dirigidos al cielo o a la novia, son falta grave y se castigan con 3.000 euros de multa.
Si el público recibió el recado, se desconoce, pero algunos habrá que repitan el gesto en el próximo gol y la evangelización habrá sido cumplida. El caso es ganarse indulgencias para cuando llegue el juicio final o para cuando visite el Barça, tanto da.