La revancha de El Collao es misión para la cantera

Sólo cuatro días después del repaso en El Collao, Alcoyano y Deportivo se vuelven a ver las caras en la Copa. Las celebraciones y heridas aún están calientes y por eso la palabra revancha es inevitable. Hoy habrá muchas novedades en ambos onces, pero sobre todo cambiará el empedrado. Del angosto El Collao se pasa a Riazor, y eso por si solo es motivo de alegría para los de Oltra. Y lo es porque esta temporada los coruñeses están siendo avasalladores en casa y dóciles y vulnerables a domicilio en una nueva versión del doctor Jekyll y míster Hyde. Por eso, la revancha será algo menor, porque la verdadera asignatura pendiente se encuentra lejos de A Coruña y el trauma sólo desaparecerá cuando se disfrute a domicilio.

La misión de contentar de nuevo a la afición recaerá en la cantera, la gran beneficiada de las rotaciones de esta noche. Aunque Oltra no ha dado pistas, todo apunta a que podrían coincidir en el once Seoane, Rochela, Álex Bergantiños, Juan Domínguez y Juan Carlos, todo un hito. La apuesta suena bien, aunque no hay que ocultar que las numerosas bajas y lo que verdaderamente importa, la Liga, coartan mucho las decisiones del técnico.

Bola extra.

La dificultad para la Factoría Abegondo en esta eliminatoria estará en la falta de complejos y el nada que perder con el que se presenta el Alcoyano en Riazor. Y es que para los alicantinos este partido de Copa es una bola extra, un bombo en el que entraron de nuevo por la alineación indebida del Hércules. La falta de presión es tal que Porras dará descanso a su columna vertebral. Maestro y Choco Lozano se quedarán en el banquillo; Pina, Miki y Álvaro lo verán desde Alcoy; mientras que Morcillo y César Remón están sancionados. Casi nada.

Con todo, el Depor debe reconciliarse (una vez más) con su afición y la cantera, dar un paso al frente con dos nombre propios: Juan Domínguez y Juan Carlos. Uno para llevar la batuta, otro para hacer de Valerón. Savia nueva para olvidar afrentas recientes.

Oltra: "Hay potencial para más, pero no estoy con las alarmas encendidas"

La afición es la única que está dando todo, siempre. La intención es que no se desenganche y les tenemos que dar. Mi enfado viene porque soy el responsable de que una buena plantilla no juegue a su mejor nivel. Hay que mejorar en defensa, en ataque, circulación, agrupamiento, repliegue, transición... pero eso no quiere decir que seamos un desastre. Tenemos potencial para más y lo tenemos que demostrar, pero no estoy con las alarmas encendidas. Los cambios no vienen por castigo o por el rendimiento; haré menos de los que me gustaría. Es el mismo rival, pero posiblemente no el mismo equipo y es una competición distinta. No veo muchas similitudes. No tenemos que afrontarlo como reválida, examen o revancha, sino como que tenemos que ganar cada partido. Es bueno volver a competir pronto porque te quitas el mal sabor. Ellos tienen más moral que nunca y vienen con todo a ganar y nada a perder. Es un equipo sin presión".