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Miguel Guillén

"Presidir a este Betis exige templar mucho y mandar menos"

Verdiblanco hasta la médula y empresario exitoso, el presidente bético no tiene la sensación de dirigir el club desde la eventualidad y pide "paz y fútbol" para trabajar.

Miguel Guillén.

Miguel Guillén Vallejo. Esposo feliz, padre orgulloso, empresario exitoso, bético del universo y ahora 42º presidente de la historia del Betis. ¿Se reconoce usted?

Podría ser.

¿Se ve mejor el fútbol desde su localidad de socio en el primer anfiteatro o desde el palco del Villamarín?

El fútbol se ve peor en el palco. Demasiada tensión y responsabilidad. Es una visión diferente. Antes venía como un aficionado, ahora veo que el equipo se juega más que los tres puntos en cada partido.

Está usted cerca de cumplir los cien días al mando del Betis, ¿cómo valora la experiencia hasta el momento?

La experiencia es bonita y la responsabilidad, enorme. Estoy muy satisfecho con la labor que está realizando el grupo de profesionales con el que trabajo. Aquí se trabaja por el interés del Betis, algo que no se hacía antes...

Sin ánimo de polemizar, ¿ha sido muy desoladora la situación del Betis que han encontrado al llegar?

Nos hemos encontrado un Betis obsoleto, con un grandísimo potencial desperdiciado. El potencial de la marca Betis es inmenso, un caudal que generará inmediatamente recursos. No se ha desarrollado aún ni el 25% de la marca Betis.

¿Qué opina de la gestión de Lopera?

Lopera se equivocó. Nos hemos encontrado con una herencia de muchos años de gestión personalista. Una falta de gestión profesional evidente.

Oliver ha estado poco tiempo, pero parece que el suficiente para dejar su sello en las maltrechas arcas béticas.

Luis Oliver es un oportunista que trató de anteponer su interés privado al del Betis.

En estos momentos la situación es...

Estamos involucrados en un procedimiento judicial en el que hay unos administradores concursales ratificados y una directiva que trabaja a la espera de la resolución judicial.

Quería decirle que la situación es... de eventualidad.

Obviamente todo está a la espera de la resolución, pero nosotros en ningún momento trabajamos con un sentimiento de eventualidad. De hecho, las decisiones se toman pensando en el medio y largo plazo.

¿Podría regresar Lopera?

No contemplo escenarios posibles ni valoro hipótesis futuras. Estamos aquí para trabajar y el tiempo dirá. No podemos dejar que el Betis se extinga mientras esperamos.

Ha dicho usted: "Si nos dejan trabajar cuatro años con tranquilidad, podremos poner al Betis entre los cuatro primeros, donde merece". Suena algo pretencioso.

Estamos iniciando el camino. Queda muchísimo por recorrer, pero por historia y masa social el club debe estar arriba, más allá de si luego los resultados acompañan y entras en la Champions. El club respira tranquilidad, y ese es el mejor escenario para desarrollar la ardua tarea. No es una cuestión de seis meses.

Ascenso a Primera y líder por delante de presupuestos más grandes. ¿Esto acelera los plazos de recuperación?

Debemos disfrutarlo, no cegarnos y caer en falsas euforias. Estamos recuperando el entusiasmo con este equipo. Se ha dado un giro de 180 grados con la formación de un nuevo Consejo de Administración. Estamos regenerando el Betis y lo estamos haciendo a partir de recuperar sus señas de identidad. El Betis vuelve a proyectar la imagen de equipo de gente humilde, trabajadora, generosa y simpática. Hemos recuperado el 'manque pierda'. Y eso es incluso más importante que la situación financiera.

No ha respondido. ¿Acelera los plazos de regeneración?

En el club se trabaja con los pies en el suelo. Se antepone la realidad a la euforia de ser líderes, pero no se pone límite al entusiasmo de la familia bética, desde el vestuario a la afición, pasando por nosotros.

Quería preguntarle por esa familia bética: interventores judiciales, administradores concursales, Consejo de Administración, secretaria técnica, entrenador, vestuario... ¿Cómo se gobierna un club semiarruinado con tantos estamentos?

Somos legión, pero nos entendemos bien.

¿Tiene capacidad real en la toma de decisiones o es un presidente cuchara de los que ni pincha ni corta?

Por supuesto que tengo capacidad de decisión, pero no es una cuestión de que impere la opinión del presidente, aquí debe salir ganando el Betis. Hay cruces de intereses motivados por la situación financiera, debatimos y llegamos a acuerdos. Este debe ser el Real Betis Balompié del sentido común. El equipo del consenso.

¿Cómo se lleva con los administradores concursales?

Tengo contacto diario con ellos. Tienen mucha presencia en el club, porque tomamos decisiones cada día. Ellos siempre están presentes, al igual que el Consejo de Administración y la secretaría técnica, que consulta todo con el entrenador. Lo financiero y lo deportivo están ligados en este Betis.

¿Está contento Pepe Mel con los fichajes?

Esta pregunta debería responderla él, pero el Betis ha firmado prácticamente a todas sus primeras opciones. Y le diré que lo hemos podido hacer gracias al realismo y coherencia de nuestra secretaría técnica. El Betis no puede fichar messis y cristianos ronaldo. Esos los debemos fabricar en la cantera. Tenemos nuestro mercado y lo trabajamos. El Betis ofrece otras ventajas como alternativas a lo financiero. Hay jugadores que han venido perdiendo dinero sólo por sentirse parte del Betis.

¿Y ustedes están contentos con la labor de Mel?

Pepe Mel es un gran profesional y un gran bético. Es sensato y afable; y cuando tienes roce con él, lo valoras más allá de la relación laboral.

Usted le adelantó a Mel que sería presidente en un restaurante de Nueva York...

Sí, coincidimos allí con las familias. Con Pepe hay una relación que, sin llegar a lo familiar, es realmente fluida.

Y usted se enteró por boca de Gordillo en un sitio con menos glamour, en la sevillana Cafetería Jamaica...

Es una de las cosas que me llevaré de esto, el privilegio de haber trabajado codo con codo con Gordillo, el mito más grande del beticismo. Es buena persona, un tío generoso al que no hemos valorado suficientemente su valentía para hacerse cargo del Betis en la situación en la que lo ha hecho.

¿Le faltaba disciplina a este Betis a nivel de gestión?

Para dirigir a este Betis hay que templar mucho y mandar menos. Justo lo que no ha ocurrido en épocas pasadas.

La disciplina le viene de sus años en Inglaterra. Aquella caña de bambú, las carreras en invierno alrededor de la Abadía del Abbey College a las cinco de la madrugada...

Me ponía varios calzoncillos para que el bambú picara menos. En tres años en Inglaterra aprendí educación y disciplina.

Y de la Universidad yankee de Lambuth, ¿qué se llevó?

Estados Unidos supuso para mí una formación integral.

Inglaterra, Estados Unidos. Todo un bético del universo...

Jajaja... Se puede decir que sí. La distancia en esos años fuera de casa ha acrecentado mi beticismo, la añoranza de la ciudad. Me he encontrado béticos por todo el mundo. He visto partidos del Betis en hoteles de sitios remotos. Es algo que no puedes explicar.

Y como experto en márketing, ¿quiere explotar ese sentimiento, esa sensibilidad?

La afición del Betis es su principal aval, su arma más potente. La marca Betis resulta atractiva por la idiosincrasia de una afición tan peculiar, por su identificación con una filosofía que trasciende al campo y al resultado. Tienes unos valores especiales. ¡El Betis crea adicción aquí y en China! Y eso debemos expandirlo y explotarlo.

Si hasta le aplaude la afición de la acera de enfrente, la del Sánchez Pizjuán.

Es un orgullo que la afición del Sevilla reconozca nuestro trabajo. Betis y Sevilla pueden y deben ir de la mano para defender sus intereses comunes. Además, Del Nido es un caballero que nos tendió la mano desde el inicio, lo cual le honra como presidente rival.

¿Comparte con él que "la Liga es un mierda"?

Una mierda no, pero hay problemas estructurales patentes. Los 0-6 van en perjuicio de nuestro fútbol.

¿Qué se pierden los que no abrazan la fe verdiblanca?

Un sentimiento del que disfrutamos muchos privilegiados. ¡Y además es el único que es manque pierda!

Mucha suerte.

Mucha paz y mucho fútbol.