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Liga BBVA | Racing 1-Rayo Vallecano 1

Adrián para al Rayo y frena la tormenta

El Racing empata tras adelantarse Tamudo en fuera de juego. Primer tiempo nefasto. Fin a la sequía tras 453' sin gol. Ariel y Stuani, criticados

<b>SEGURO.</b> Toño estuvo firme en todos los balones colgados en su área, como en este al
SEGURO. Toño estuvo firme en todos los balones colgados en su área, como en este al

La vida sigue igual en Vallecas y Cantabria tras esta nueva jornada de Liga. Y no hablo de la posición en la tabla, ya de por sí comprometida. Me refiero a las sensaciones, las virtudes y los vicios. El Rayo se empeña en tener mejor imagen que resultados y el Racing en no estrenar su casillero de victorias en esta temporada. El equipo de Sandoval empató por relamerse en su superioridad y el de Cúper igualó porque su potencial no le da para mucho más. El final dejó a más de uno contento por la importancia de no perder, pero a bastantes más decepcionados por no saber jugar a ganar.

El primer tiempo quedará para el recuerdo como la mayor muestra de impotencia de un colectivo. Tan mala fue la imagen del Racing que no hubiera sorprendido alguna dimisión en el descanso por su incapacidad para aportar soluciones. El equipo pululaba sin alma en manos de otro modesto con aires de jugón. Mientras Michu campaba a sus anchas en busca de huecos donde poner el balón, Munitis y Ariel tropezaban en ataque por la falta de calidad colectiva. Con la prohibición al libertinaje para los laterales ya asumida, Diop y Tziolis se ahogan en sus limitaciones. Si a este enredo se suma el aún precario estado físico de Serrano y la nula aportación de los delanteros (no han marcado), todo queda relegado a la improvisación, a la suerte, a lo que haga Toño y a la casta. Siempre contracorriente.

Polémica.

El 0-1 dio a cada uno lo que merecía, aunque tiene toda la pinta de que el tanto no debió valer. El pase de Movilla a la espalda de Bernardo fue glorioso, pero la arrancada de Tamudo es dudosa por su posición de partida (un cuerpo por delante) y por su pericia para aventajar a su marcador (empujón). Mateu Lahoz, como siempre, dejó seguir ya que este árbitro sólo para una acción si hay sangre, y Tamudo no desaprovechó la oportunidad. Hizo una vaselina a Toño que unirá a su amplio repertorio.

El Racing no respondió. No puede. No tiene argumentos técnicos para inquietar y su físico tampoco es el de antes. Tanto trabajo entre semana bloquea las piernas de algunos el fin de semana. De ahí que el equipo no haga bien ni la presión y, por ese motivo, que su primer disparo fuera a dos minutos del descanso. Gracias Jairo.

El Rayo tuvo la posibilidad de aplastar a su rival pero se enredó en filigranas. Movilla perdió más balones que de costumbre y Lass y Botelho fallaron en el último pase. Ahí se originó el principio del fin para el Rayo. El Racing resucitó agitado por la entrada de Adrián, que se siente más cómodo con la presión de convencer desde el banquillo que con la comodidad de confirmarse en la titularidad. El Racing también mejoró su rendimiento agobiado por las necesidades. Combinó mejor, más por corazón que por criterio. Hasta que llegó el gol. El primero en El Sardinero. 453 minutos de la última vez que el equipo y Adrián marcaron en Valencia en la primera jornada. Munitis fue clave en la jugada por su visión de juego y Serrano por el centro medido al área. Adrián sólo tuvo que poner la cabeza.

Otra cara.

Michu avisó poco después con un cabezazo al larguero, demostrando que es tan bueno en la sala de máquinas como en el área de depredadores. Sandoval le cambió de puesto tres veces y su rendimiento mejoró en cada posición nueva. El Rayo no se conformaba con el empate, pero el Racing hizo más méritos en el desenlace para ganar. No arriesgó demasiado ni hilvanó lo deseado. Lo que modificó es que, por fin, recorrió las bandas y Munitis se dejó ver entre líneas. Con esa poca mejoría, el Racing pareció otro. Aun así, se llegó al final con poca gasolina. Parecía que la pretemporada no había finalizado. Por eso el 1-1 no amargó a nadie y repartió tranquilidad para afrontar el parón. Pero mal haría Cúper si se conforma con lo visto o si no reconoce que su sello aún no se palpa. La falta de calidad se presuponía. La casta y el orden aún se esperan. Por su parte, Sandoval tampoco debería relajarse ni olvidar que el Tenerife también jugaba bonito...

Parte de la grada gritó contra Pernía

En el minuto 44 de partido, con 0-1 en el marcador, 'La Gradona de los Malditos', el sector más ruidoso del racinguismo, cargó contra el presidente del club. Gritaron ¡Pernía vete ya! durante 45 segundos. Una parte del estadio se contagió y se unió a los cánticos. El presidente aguantó la reprimenda con un gesto muy serio.