Contra Letal 3

¡Kaká ha vuelto!. Que el Madrid tumbe al Ajax con oficio y solvencia, que el Bernabéu registre una entrada magnífica en tiempos de crisis y cuestón de septiembre (70.320 espectadores), que Cristiano firme su gol oficial número 95 con la camiseta blanca, que Casillas nos recordase que es el mejor portero de la historia del club con tres paradas en los límites de la realidad, que Altintop debutase adelantándose en dos semanas a la fecha prevista o que Varane se matriculase en Europa con una actuación muy interesante, no esconde la gran noticia de la noche. ¡Kaká ya está aquí! Sí, el Balón de Oro del año 2007, el jugador de seda que enamoró a Berlusconi, el Mago Merlín que hechizó Old Trafford en una noche para la memoria, el futbolista más mediático de Asia por encima de Cristiano y de Messi... Ese es Ricardo Izecson dos Santos Leite. Le he criticado con dureza y no me escondo. Pero esta noche soy tremendamente feliz porque todos queríamos ver a este Kaká. Activo, fino, ágil mentalmente, rápido físicamente, creativo en la elaboración y letal en los últimos treinta metros. Kaká se asoció con Özil, Cristiano y Benzema hasta liarla parda, para desesperación de un Ajax mejor plantado y dueño de la pelota. Pero Kaká fue listo y apareció sólo para matar. Metió un gol y fue el artífice de los otros dos. Éste sí es el galáctico por el que Florentino llenó la caja de San Siro hace dos veranos. Ojalá no sea un espejismo. O Rei Kaká.

Ojo a Cristiano. El depredador portugués (único jugador de la historia que ha sido máximo goleador en la Premier y la Liga española) no está dispuesto a pasarse una temporada más sin levantar la Orejona. La ganó con los red devils de Alex Ferguson en Moscú ante el Chelsea y sueña cada día desde su casa de La Finca con ganar esa Décima que para el madridismo se ha convertido en un elemento de culto como el Santo Grial. Cristiano ha guardado sus mejores balas para la primavera, cuando los títulos estén en juego. Será su año. Lo presiento.

Contraataque de manual. Los clínics de entrenadores se van a hinchar con la jugada del 1-0. Es imposible elaborar un gol con mayor rapidez, precisión en el pase, calidad técnica y alta definición. Es otro fútbol, menos vistoso y elaborado, pero excitante y arrebatador. Pim, pam, fuego. Es el tiqui-pepinazo.

Ikerman. Casillas es como los buenos vinos. Pasan los años y se saborean mejor sus paradas. Anoche hizo tres de catálogo. Sus manos abajo nada más arrancar el partido fueron de aumento de sueldo. Y su desvío final ante el cabezazo de Vertonghen nos trasladó al Iker salvador de la final de Glasgow. El capitán es un ángel en el campo y un tipo sencillo fuera. En el descanso, se le vio en el túnel de vestuarios departiendo amigablemente con Cristiano y luego con el árbitro. El brazalete está en buenos brazos...

Centenario feliz. Mourinho ya lleva 100 partidos en competiciones europeas. Lo celebró en un palco privado y con un triunfo sin paliativos. Acabó su sanción y el equipo salió invicto mientras duró el castigo. Karanka le guardó bien la pizarra. Míster, ahora tranquilo, no entre al trapo y haga lo que sabe: entrenar como nadie en este mundo.

Felices. Ya pasó el catarrazo cogido ante Levante y Racing. Me lo dicen mis amigos de la Peña Bandera Blanca de Alcorcón y los Romera de Guadalajara, padre e hijo, que nunca fallan. Europa espera a su Rey.