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Liga BBVA | Zaragoza

Lanzaro se gana el puesto y reactiva a la defensa

Los goles frente a Madrid y Betis mantienen al Real Zaragoza como el más goleado (11 tantos), pero con el Málaga -pobre en ataque- la zaga rindió mejor, tanto en lo individual como en lo colectivo. Y la incorporación de Lanzaro le dio contundencia y cuajo a una línea en entredicho.

<b>EL MEJOR DE LA DEFENSA. </b>Maurizio Lanzaro, durante un entrenamiento en la Ciudad Deportiva.
alfonso reyes

A pesar de haber dejado su portería a cero contra el Málaga, el Zaragoza sigue siendo el equipo más goleado (11) y su portero, Roberto, le salvó dos puntos más con sus manos, como ya había hecho ante el Rayo. Pero la impresión fue de mejora en la defensa, una línea que venía en entredicho desde el arranque de la temporada y cuyas concesiones sólo tres días antes en el Benito Villamarín resultaron demasiado gruesas. Contra el Málaga, el Zaragoza logró dar una impresión mucho más compuesta, incluso a pesar de la lesión de Mateos y la entrada de un Lanzaro que aún no se había estrenado este año.

La salida del joven ex del Castilla no alteró el funcionamiento de la zaga. Al margen de la ocasión doble de Van Nistelrooy en el primer tramo del choque, el único susto serio se produjo ya al final, en una combinación bien hilada por Isco y el uruguayo Seba. Cierto que el Málaga no tuvo su partido más brillante en ataque, pero también es verdad que el Zaragoza fue menos permeable y se apreció una mejora de rendimientos individuales. Da Silva se pareció más al del año pasado, Paredes puso oficio y hasta Juárez levantó algo su pobre nivel hasta ahora.

Agresividad. Así, el Zaragoza dejó su puerta a cero por segunda vez este año: la otra fue en campo del Rayo. No encajar permite sumar. En ese panorama esperanzador destacó Lanzaro, que seguirá de titular por la rotura de fibras de Mateos. La incorporación del italiano agregó rigor posicional y táctico en una línea insegura individual y colectivamente. La agresividad, su habilidad para usar el cuerpo en el uno contra uno y anticipar los problemas para cortarlos en la raíz le dieron al Zaragoza el cuajo que le había faltado a una zaga que ha vivido cambios y exhibido desajustes. Y para todo lo demás, claro, está Roberto. Un portero que no tiene precio.