Liechtenstein: como una selección de Teruel capital

Liechtenstein es un paraíso fiscal enclavado entre Austria y Suiza. Sus tranquilas calles sólo se ven perturbadas cuando hay algún acto del Príncipe Hans Adam II, por el que se siente una profunda admiración y cuyo castillo preside todo el manejable país desde las montañas. Y es que su superficie es de apenas 160 km2, es decir, parecido al tamaño con el que cuenta Sevilla capital. En Liechtenstein viven 35.904 habitantes, de los cuales el 35% son extranjeros, en su mayoría alemanes o suizos.

Es decir, España se va a medir hoy a una selección que bien pudiera ser la de Teruel, pues sólo hay una diferencia entre ambos censos de 621 personas. Curiosamente, en su capital, Vaduz, con un total de 5.208 habitantes, hay localizadas 73.700 empresas, lo que equivale a más de 14 por ciudadano. Los pocos impuestos a los que se ven obligados a hacer frente son el reclamo para muchos inversores.

En todo este pequeño mundo el fútbol apenas tiene protagonismo. El esquí es el incuestionable deporte rey y los pocos clubes de fútbol que existen tomaron la determinación de jugar en la liga suiza ante la falta de un campeonato profesional en su territorio. Es el caso del Vaduz, en Segunda, el Eschen Mauren, en Tercera, o el Balzers, en Regional suiza.

Todo ello hace que apenas haya licencias y jugadores federados en el país. Este número apenas supera los 2.000, aunque siempre juntando a hombres y mujeres. Esta es otra de las características del fútbol base en Liechtenstein. La federación local promueve los torneos infantiles para fomentar el fútbol, pero tiene que conformar equipos mixtos ante la escasez de efectivos para completar unos y otros equipos. No hay niños con afán por ser futbolistas, sino esquiadores, y eso ha tenido la curiosa consecuencia de que Liechtenstein haya tenido que renunciar a contar con una selección Sub-19, como ya antes pasó con la Sub-17. Un universo contrario al de España.