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Amistoso | Utrech 0 - Málaga 3

Van Nistelrooy alardea de pegada ante su gente

El equipo blanquiazul jugó su primer amistoso en Holanda ante el Utrecht. Sin mucha brillantez, le bastó con su enorme calidad para sumar un nuevo triunfo. Ya van cuatro de cuatro. No es mal comienzo para un equipo que todavía está en fase de formación.

<b>CELEBRACIÓN. </b>Efusivo abrazo entre los goleadores. Van Nistelrooy, Duda y Julio Baptista. Portillo se acerca al trio.
CELEBRACIÓN. Efusivo abrazo entre los goleadores. Van Nistelrooy, Duda y Julio Baptista. Portillo se acerca al trio.félix godoy

El Málaga de las estrellas se impuso por 0-3 al Utrecht en un partido con poca historia pero que arroja una conclusión demoledora: este equipo está rebosante de calidad. Poco importa que todavía no marchen las piernas y que haya automatismos que todavía no existen. El Málaga es un diamante en bruto de 60 millones de euros que va ganando en quilates con el paso de los días. Y dentro de esa demoledora conclusión se extrae que este conjunto no necesita de grandes esfuerzos para batir a rivales menores. Tiene el golpeo de los grandes porque grandes son Duda, Baptista y Van Nistelrooy, goleadores ayer.

El Utrecht, noveno en la Eredivisie y entrenado por Erwin Koeman (hermano de Ronald), fue un equipo animoso y ordenado pero con muy poco que ofrecer ante este Málaga que sin ser brillante gana. No sabemos lo que dictará la Liga, juez único, valido y verdadero. De momento, el malaguismo se puede conformar con la ilusión que genera el proyecto, con plazas de toros para recibir a Cazorla y con un cuatro de cuatro en los bolos.

En el minuto 7, el Málaga ya había dado un primer directo al mentón del rival. Duda, tras un inteligente pase de Van Nistelrooy, marcó con un zurdazo marca de la casa. Aunque el mejor estaba siendo Baptista, que debutó en esta pretemporada. Tuvo la guinda del gol remachando solo un balón rematado en el segundo palo por Demichelis (tras falta botada por Duda). En la segunda mitad se notó el esfuerzo y Pellegrini meneó el árbol. Apoño y, sobre todo, Joaquín, dieron dinamismo y frescura. El gaditano sirvió un gran balón a Van Nistelrooy, que cerró la cuenta con un tiro mordido de fuera del área. Así es este Málaga, el nuevo, que resuelve sin excelencia. Se nos hace grande.