Copa América | Argentina
Gago acerca a Messi a los números del Barça
El abucheo a Messi en Santa Fe tras el empate ante Colombia se convirtió en ovación ante Costa Rica, en Córdoba. La entrada de Gago (y de Higuaín como referencia) devolvió a Leo a los números del Barça. Dio dos asistencias y entró en juego como con Xavi e Iniesta. Aquí tienen las causas del cambio.
El debate estaba en cada esquina en Argentina desde hacía meses. "El Messi de la albiceleste no es el mismo que el del Barça". Un rumor que se hizo fuerte tras el titubeante comienzo de Argentina en la Copa América hasta convertirse en abucheo para el crack en Santa Fe, tras el empate ante Colombia.
Pero el disgusto duró poco. En la última jornada ante Costa Rica Leo resurgió. Fue elegido mejor jugador del partido y dio dos pases de gol (Agüero y Di María). Y hay que buscar el origen de dicho cambio en Messi y en la misma Argentina en dos hombres: Gago e Higuaín, con los que Messi se acercó al jugador que es en el Barça. En este reportaje encontrarán las claves de su resurrección.
Batista se dio cuenta de su error inicial, el del 4-3-3 con el que intentaba imitar el fútbol de toque del Barça sin las piezas apropiadas (o careciendo de ellas). Messi no es el mismo sin Xavi e Iniesta a su lado. Esa es la primera conclusión. La segunda, que ha encontrado en Gago a algo que se le parece.
Ante Bolivia y Colombia (con el 4-3-3, campo 1 y 2) Messi jugó como punta escoltado por Tévez y Lavezzi, ambos demasiado parecidos, muy desordenados y verticales. Messi estaba aislado, sin nadie con quien asociarse. Tampoco ayudaron los tres de atrás. Banega y Cambiasso (y Mascherano en la contención) mantienen la posesión pero la ralentizan. Ninguno de ellos conectó tampoco con Messi, que se esforzaba por bajar a por la pelota para entrar en juego. El Cuchu sólo le pasó el balón cuatro y dos veces ante Bolivia y Colombia. Gago (ante Costa Rica) conectó con él en 24 ocasiones (vean el gráfico de la derecha).
Cambio de planes. Fue ante Costa Rica (campo 3) cuando Batista cambió al 4-2-3-1. Metió a Higuaín como referencia en punta y a Messi con libertad jugando por detrás con Agüero y Di María (con ellos tres conquistó los Juegos Olímpicos de Pekín). Y sobre todo colocó a Gago con Mascherano. El del Madrid entretiene menos la pelota que Cambiasso, es capaz de jugar al primer toque y se notó. Acercó a Messi a los números del Barça, ya que el astro dio un total de 92 pases y recibió 99, cuando en la final de la Champions ante el Manchester (que sirve para la comparativa, campo 4) dio 100 y recibió 111. El juego rápido le conviene.
El de siempre. En el ataque (ante Costa Rica), Messi empezó volcado a la derecha pero intercambiando posiciones constantemente con Di María. Se asoció con él y con Agüero e Higuaín y le llegaban balones con claridad desde atrás por el acierto de Gago. Ahí Messi fue letal como en el Barça: seis pases de gol. Dos acabaron dentro (Agüero y Di María, cuyo tanto vino precedido de 32 toques) e Higuaín y Lavezzi (entró por Agüero) marraron el resto. Y Messi se encontró con otro aliado: Zabaleta, que subió la banda con acierto (le dio 14 pases con respecto a los cinco ante Colombia) y que fue para Messi un Alves.
Argentina respira expectante por ver si Messi confirma su mejoría. Tiene una cita ante Uruguay en cuartos el sábado, en Santa Fe, justo donde salió cabizbajo entre abucheos...