'Gentleman, una leyenda con carácter'

El 4 de julio está en el santoral de todos los madridistas porque es el día en el que vino al mundo, en 1926, el mejor jugador de todos los tiempos: Alfredo Di Stéfano. Por eso, ayer muchos de sus amigos de verdad y los hombres fuertes del Real Madrid le organizaron una emotiva comida para festejar su 85 cumpleaños en Casa Juan.

Florentino Pérez encabezó la comitiva blanca, reforzada por Butragueño (el único veterano blanco que estuvo en el ágape) y José Ángel Sánchez (director general del club). "Alfredo ha estado excepcional, como siempre. Todo lo que se haga por él es poco", comentaban orgullosos tras una comida en la que La Saeta sacó a relucir su espléndida memoria y su genuino sentido del humor.

Sus enemigos íntimos, los del Atlético de Madrid, no le fallaron a su amigo del alma: Enrique Collar, José Eulogio Gárate y Juan Carlos Pedraza formaron la nutrida representación del equipo al que Di Stéfano siempre consideró el auténtico rival de los blancos.

Mariachis. A Di Stéfano le depararon varias sorpresas. Un Balón de Oro y una tarta de cumpleaños que llevaba el escudo del Madrid. Sopló las velas con el 85 con su amigo Jorge Carretero a su lado (portavoz de la Federación Española). Pero hubo más, unos mariachis mexicanos le cantaron el cumpleaños feliz al son de una música que adora. También emocionó al Maestro la entrega de un cuadro que incluía dos fotos históricas de Di Stéfano cuando jugaba en los años mágicos de las cinco Copas de Europa. En una de ellas se leía esta frase del Presidente de Honor, que demuestra su personalidad: "Conozco mi trayectoria y sé que soy un buen jugador, pero nada más". En la segunda foto dejó una perla única: "Ahora se juegan millones, antes nos jugábamos la vida".

Y una última foto-regalo con Alfredo vestido de calle en su época dorada en el Madrid: 'Gentleman, una leyenda con carácter'. Genio y figura.