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Liga BBVA | Athletic

Macua y Caparrós marcan la Champions como objetivo

"Merezco estar un año más para disfrutar con el grupo", dice el técnico

<b>AL COMPLETO. </b>Irureta, Palomar, García Macua y Caparrós, que llegó acompañado de su ayudante Luci pero que no posó en la fotografía, unen sus manos en el Carlton.
JUAN FLOR

La Liga de Campeones ya no es un sueño. Es lo que tiene vivir en elecciones, cuando las promesas y las realidades confunden sus vestidos en más de una ocasión. Fernando García Macua convocó de urgencia a los medios para presentar el programa deportivo de su candidatura. Pero la cita fue más allá y se convirtió en una rendición a la figura de Joaquín Caparrós, al que renovará por un año si gana el 7 de julio. El de Utrera subió al estrado rodeado por los aspirantes a directivo, por el candidato a presidente y por Jabo Irureta y Manolo Delgado, primeros espadas en el organigrama de Lezama. Fue su forma de decir que este es nuestro hombre: "una apuesta ambiciosa, de fútbol y coherente. Hemos sido estilo Athletic. Lo que decimos, lo hacemos".

El ex presidente, que llenó de sillas la estancia principal del Carlton quizá en previsión de que apareciesen más colaboradores de los que por allí se dejaron ver (la mayoría los que le han acompañado en todos los actos de campaña), fue rotundo al afirmar que "Caparrós ha sido nuestra apuesta de siempre y si no lo hemos presentado antes, ni hemos dicho nada más sobre el entrenador ha sido por una cuestión de estrategia electoral. Caparrós refleja nuestro planteamiento de continuidad al trabajo de estos últimos cuatro años".

El discurso del candidato fue creciendo en intensidad (y tono de voz) hasta llegar al climax: "Nuestro proyecto es ambicioso y con ánimo de mejorar lo conseguido el año anterior. Cada una de estas temporadas hemos ido cumpliendo los objetivos y ahora que tenemos un equipo más hecho y con incorporaciones de nivel (Ander Herrera) se puede decir que vamos a luchar por la Champions". La nueva meta del Athletic en este verano de elecciones surge, "con naturalidad", por la mejora que está teniendo el equipo cada temporada.

Caparrós, feliz.

La visualización del gran premio provocó una ligera mueca en Caparrós, que sin embargo no rehusó lo que había propuesto su presidente. "Estamos muy ilusionados porque el equipo es más maduro y contamos con la llegada de Ander. Trabajar con este grupo de futbolistas es una delicia. Soy una persona genéticamente ambiciosa y hablar de Liga de Campeones no es una presión añadida. El Athletic tiene que ser un clásico en Europa, ir un año a la Liga Europa, otro a la Champions, vivir cada temporada en competiciones europeas porque tiene muchas opciones para un largo recorrido", señaló dejando pequeño el discurso con el que había entrado en materia García Macua.

El técnico, que antes de la rueda de prensa estuvo reunido con el grupo que encabeza el abogado bilbaíno (sólo faltó Juan Manuel Delgado por cuestiones laborales) aseguró que en ningún momento ha sentido que no iba a ser el elegido ya que "era algo que me esperaba después de lo que había hablado con Fernando, que siempre me transmitía la idea de la continuidad. Estoy muy ilusionado y me merezco estar con el equipo para disfrutar de este año".

Reproches a la apuesta por Bielsa

Lejos de centrarse sólo en su proyecto deportivo, que todavía está pendiente de la presentación del grupo de técnicos que se incorporarán al trabajo de Lezama (ahí entrarán Alkorta y Ferreira), García Macua aprovechó que estaba delante de un micrófono para continuar atizando a la candidatura que encabeza Josu Urrutia. Lo hizo, con un feo gesto, dudando de la fiabilidad de elegir a Marcelo Bielsa (aunque en ningún momento dijo su nombre) para el banquillo del Athletic un verano en el que el equipo tiene que jugar una previa para disputar la Liga Europa. "Que se pueda dejar este equipo y estos jugadores en manos de un entrenador que no conoce la plantilla, que no conoce el campo, que no conoce la ciudad y que apenas ha dirigido partidos en el continente en vísperas de un torneo europeo me parece un tanto arriesgado". Fue un dardo sin estilo.