Murcia fue una fiesta tras el sufrido ascenso

Once meses, una semana y tres días después de protagonizar un descenso cruel como pocos (bajó en Girona encajando un penalti en el último minuto) el Real Murcia, rey histórico de Segunda regresa a su categoría. Y en ambos casos, casi como si fuera una sucesión capitular, con su guardameta Alberto Cifuentes erigiéndose en protagonista. Si en Montilivi ese balón que se le escurrió bajo el cuerpo cuando había detenido inicialmente el penalti costó un descenso, en Lugo salvó a su equipo con una parada a bocajarro en el alargue (luego De Burgos Bengoetxea señaló una falta que en las filas lucenses todavía se protesta) y que vale un ascenso que la séptima ciudad del país celebró tirándose a la calle y esperando a sus héroes hasta bien entrada la madrugada.

En La Redonda, la plaza en la que tradicionalmente se festejan los éxitos deportivos, eran más de 4.000 personas las que cerca de las dos de la madrugada esperaban a Iñaki Alonso y a sus chicos. El éxtasis se prolongó durante toda la noche, luego directos todo el plantel cumplimentó visita a Comunidad y Ayuntamiento.

Desde hoy se empezará a planificar la próxima campaña y el primer paso será confirmar al míster Iñaki Alonso, con ofertas de Numancia, Nàstic y Alavés, y al director técnico, Sergio Fernández, a quién pretende el Hércules. Con ambos, dice Samper, "cuento para regresar a Primera", el objetivo de un Murcia que sobrevivió al descenso y al concurso de acreedores.