Kanouté: el genio ya es mito

Si tuvo que ser su último día en el Sánchez Pizjuán, resultó perfecto. Frederic Kanouté, ese fichaje que llegó entre murmullos y que se ha convertido en el futbolista más grande de la historia del Sevilla Fútbol Club, dejará en Europa al equipo que siempre va a llevar dentro para que intente, con él o sin él, volver a escribir páginas de gloria como Eindhoven o Glasgow. O Mónaco. Kanouté llegó cuando empezaba a construirse el Sevilla de los títulos y se marcha ahora que se cierra un ciclo. Pero que se cierra de manera bien digna. El Sevilla garantizó ayer su clasificación por octavo año consecutivo para competición europea gracias a dos cabezazos de toda la vida de Kanouté, que se hizo gigante en un partido lleno de mediocridad. Con un equipo, el Sevilla, que no tiene demasiadas ganas de jugar, que está construido para luchar metas más altas y que terminará la temporada con un aprobado raspadito. La Real ha llegado a los estertores del curso sin gasolina, suma 44 puntos y ya se especula con un posible empate ante el Getafe... Ha llegado sin aire.

Kanouté, sin embargo, no quiso ir al Gol Norte del Sánchez Pizjuán cuando el partido terminó. Dragutinovic, aquel recambio de Sergio Ramos que también llegó entre murmullos, sí fue manteado. Y Renato, ovacionado. Son dos despedidas seguras. Kanouté se metió discretamente en el vestuario, hay demasiadas cosas que hablar todavía. Y Palop..., tapado en el banquillo por el portagonismo que le ha quitado Javi Varas, anunció en twitter que le quedan días de gloria en Nervión. Hasta llegar a este verano loco en las oficinas del Sánchez Pizjuán, el Sevilla tenía un trabajo: quedarse en Europa. Lo ha conseguido y si es capaz de ganar en Cornellá terminará quinto. Un mal menor.

Ayer le costó resolver un partido incómodo porque la Real aún se juega la permanencia y porque a Manzano se le ha ido cayendo a pedazos al equipo. La recuperación de Medel, perdonado a última hora por Competición, y de Negredo y Perotti, que estaban tocados, le dio alas a este débil Sevilla. Su defensa creó las dudas de siempre, pero en ataque salió resuelto y acumuló oportunidades en la primera parte. Negredo remató una vez al larguero y también se encontró con Bravo en un buen escorzo. La Real asustó con un mano a mano de Ifrán que despertó nervios en la grada. La primera parte resultó insufrible. Turienzo no añadió ni un segundo porque no había quien aguantase aquello. Hasta que apareció Kanouté, que lejos de tomarse el partido desde la nostalgia, volvió a ser el líder, como tantas otras veces. Y en un cuarto de hora dejó liquidado el trámite con dos cabezazos impresionantes. El primero contó con la colaboración de Bravo, que no esperaba el remate en parábola del malí y se colocó deficientemente. El segundo gol fue inapelable. Reventó la red después de un buen centro de Perotti, otro que se marchó con heridas de guerra y diciendo adiós. Perotti se ha repuesto a un valle negativo a mitad de temporada. Es, sin duda, un jugador con un nivel de Sevilla.

Nadie iba a estropear la noche de Kanouté. Ni siquiera Aguirretxe, tercer delantero de la Real. Una prueba excelente para saber lo que le va a costar a Lasarte alcanzar la permanencia. Sin Llorente, sin Tamudo, a la Real no le llega el aire. Pero tiene la meta muy cerca y es solidario. Por eso peleó, hizo el 2-1 y protestó mínimamente un penalti de Escudé que no lo fue. Para cuando regresó el murmullo al Sánchez Pizjuán, Negredo firmó el 3-1. Un gol que supone el número 18 en Liga, le iguala con futbolistas del nivel de Villa y le manda una carta certificada a Vicente del Bosque, relativamente rápido para darle una oportunidad en la Selección pero que ahora se hace el remolón. Negredo certificó a Europa pero antes se había abrazado y había besado a Kanouté. En estos dos años le han debido contar muchas veces lo grande que ha sido Fredi. Lo que nadie sabe es cómo va a ser el vacío que dejará cuando se marche. Inmenso, seguro. Gracias Kanouté.

El detalle: Perotti tiene una fisura en el peroné

Una dura entrada de De la Bella (que no vio ni cartulina amarilla) dejó lastimado el tobillo a Diego Perotti, que sufre una fisura en el peroné y tendrá que practicarse unas pruebas.