El Albacete pierde y queda abocado al descenso

Dos goles de Jonathan Soriano sirvieron al Barcelona B para congelar (2-1) a un Albacete que a pesar de incomodar a los azulgrana durante todo el encuentro, no lograron evitar una derrota que puede certificar el descenso de los manchegos si el Nástic de Tarragona vence al Granada.

El filial azulgrana necesitaba romper su racha de dos derrotas consecutivas, pero no fue el día más indicado. En una extraña tarde casi invernal, los locales acusaron en su juego las ausencias de Fontàs, Thiago, Carmona y Montoya.

Tampoco ayudó demasiado el entramado de cinco centrocampistas que planteó el técnico manchego, Mario Simón, por tal de enredar a los habilidosos organizadores azulgranas. Y así fue. Pese a los constantes intentos de penetrar esa espesa capa, los locales apenas consiguieron incomodar al meta albaceteño en los primeros compases.

Con una posesión abrumadora, pero poco efectiva, solo las combinaciones entre Soriano y Nolito llegaron a romper la defensa visitante, aunque sin ocasiones claras. El Barcelona descubrió que ahí estaba el filón, y las triangulaciones por banda se sucedieron.

Así, a la media de hora de juego llegaron las llegadas más claras para los de Luis Enrique. Víctor Vázquez, algo impreciso, rozaba con dos trallazos el primer gol, uno de ellas tras una serie de hermosas paredes entre Planas, Nolito y Sergi Roberto.

Puede que fueran las llegadas también marradas por Soriano y Saúl al filo del descanso, o quizá la presencia de su paisano Andrés Iniesta en la grada, pero lo cierto es que el Albacete pareció espolearse el dominio y en el minuto 44 puso al Barcelona contra las cuerdas. Un centro de Adrià desde la derecha fue rematado en plancha por Tato ante Oier, que sacó el balón en la línea.

La sorpresa llegó tras el descanso. Cuando apenas habían pasado cuatro minutos, Tato intentó regatear a Romeu y el balón rebotó en su mano, un penalti transformado por el propio Tato (0-1, min.50). El tanto del colista, que sólo ha sumado cuatro de los últimos 27 puntos de liga, heló al Miniestadi, pero fue respondido de inmediato por los de Luis Enrique. Cinco minutos después, Nolito estrelló el balón al palo y el rechace fue rematado a placer por Soriano (1-1).

No tuvieron el mismo desenlace dos lanzamientos que el poste repelió a Roberto e Ilie en los minutos 58 y 60, o una vaselina de Soriano que Navas amarró cuando se colaba por la escuadra. Y cuando todo apuntaba a un empate que no satisfacía a ninguno de los equipos, el arbitro señaló una pena máxima similar a la de Romeu, esta vez por manos de Tortosa, expulsado por doble amarilla. Soriano no perdonó y sumó dos goles más a su pichichi, que ya acumula 26 tantos (2-1, min.82).

Un jugadón de Edu Oriol, que tras dejar atrás a varios albaceteños lanzó una vaselina que besó por fuera el palo izquierdo de la portería visitante, fue el broche final a una victoria que el Albacete vendió cara, pese a que peor sea el precio que supone su ya casi irremediable descenso.