Comienza la era Djukic

Han pasado sólo 15 días desde que la directiva del Hércules destituyó a Esteban Vigo. Pero parece que han pasado siglos. Han sido dos semanas bien aprovechadas: el Hércules tardó tres días para encontrar a un entrenador; una vez llegó, éste necesitó seis días para levantar a un equipo hundido, otro para echar a Drenthe; y otro par para saber si estaría en el banquillo de Anoeta. Ya lo dijo Valdez: "Bienvenido al Hércules".

Porque en este club nada es normal. Sin embargo, después de todo este vía crucis, el Hércules se encuentra esta tarde en Anoeta con la Real Sociedad y en caso de ganar, aunque seguiría en zona de descenso, todo se vería de otra manera con ocho partidos por jugar. Enfrente estará un equipo que atraviesa su peor racha de la temporada, cinco partidos sin ganar. Los donostiarras llevan toda la temporada muy por encima de la zona roja pero si pierde hoy se puede meter en una guerra que hasta hace poco veía muy lejana. Algo parecido le pasó al Hércules hace un mes. Y ahora es farolillo rojo y con entrenador nuevo.

Propuesta. Al margen de los puntos en juego, el duelo tiene el aliciente de comprobar cómo han asimilado los jugadores herculanos el discurso de Miroslav Djukic. El serbio, que debutará hoy como entrenador en España, ha tenido semana y media para levantar el ánimo de un vestuario destrozado, ordenar un sistema defensivo que hacía aguas e imprimir intensidad en un equipo demasiado blando. Quizás demasiado para tan poco tiempo. Y además, con el problema continuo de las lesiones. En Anoeta no estarán Trezeguet, Pamarot Tiago ni Fritzler, al margen de Tote, titulares habituales con Esteban. Djukic recolocará a Juanra como central, lo que deja a las claras que Sarr no cuenta para nadie y le dará una nueva oportunidad a la pareja Farinós-Aguilar y a Portillo. Lasarte, por su parte, volverá a apostar por el esquema y los jugadores que le han llevado a estar casi salvados y olvidará la revolución de Santander.

Drenthe será titular pese a la expulsión del pasado miércoles

En el grupo de los jugadores de la Liga que no dejan indiferentes a nadie está un futbolista del Hércules: Royston Drenthe. El díscolo holandés es querido y odiado a partes iguales. En el Hércules lo saben bien. Lo mismo está rodeado de niños firmando autógrafos que es increpado por adultos por su actitud. Eso es lo que le pasó ayer a la salida del Rico Pérez. El extremo cedido por el Real Madrid será titular hoy en la banda izquierda a pesar de que Djukic le prohibió entrenarse el pasado miércoles por sus reiterados retrasos a los entrenamientos.