Betis y Celta avanzan hacia primera con pasos cortos

El Real Betis y el Celta de Vigo, con su empate hoy (1-1), avanzan a primera división pero con pasos muy cortos, tras protagonizar un encuentro con muchos ingredientes: goles, fútbol vibrante, emoción y un rosario de tarjetas que acabó con tres expulsados.

Betis y Celta demostraron en el primer tiempo la condición de favoritos al ascenso, con un fútbol vistoso, al primer toque y con ocasiones de gol, lo que dio espectacularidad al choque.

Se adelantó pronto el Celta, apenas pasados cinco minutos, en una jugada trenzada con pase medido de De Lucas para que David Rodríguez, en lanzamiento en parábola, batiera a Casto.

Tardó un poco el Betis en recobrar el ánimo, ante un Celta que basó su juego en el contragolpe y que, con el dominio de Trashorras en la medular, llevó en muchos momentos la iniciativa.

Luego, antes del primer cuarto de hora Jorge Molina, tras ataque llevado por Salva Sevilla y Emaná, en jugada en el área mandó el balón a la cruceta del marco vigués.

Y a renglón seguido Rubén Castro, también en jugada de Emaná, puso a prueba los reflejos de un Yoel que resultó providencial.

También pudo aumentar el Celta su ventaja, ya a los 21 minutos, en contragolpe que culminó David Rodríguez.

Luego llegó el empate, en la enésima jugada elaborada por Salva Sevilla, seguida por Emaná que deja el balón para que Jorge Molina lleve el esférico a la red.

En el ocaso del primer tiempo se produjo la expulsión de Roberto Lago, tras entrada y brecha en el pómulo derecho de Emaná.

En la segunda parte el juego decayó algo en vistosidad, que no en emoción, sobre todo tras quedarse el Celta en inferioridad por la expulsión de Roberto Lago.

En este periodo el Betis fue el que dispuso de las mejores ocasiones, como la del minuto 65, tras un saque de esquina que Jorge Molina, tras un defectuoso despeje de Yoel, mandó al limbo, al igual que la del minuto 68, en remate de cabeza de Rubén Castro -tras centro de Nacho-que Yoel despejó de forma prodigiosa.

La expulsión de Belenguer equilibró las fuerzas y quitó el agobio a los vigueses pero una nueva expulsión, la de Iago Aspas, también por doble amarilla, puso grilletes a sus opciones de pasar del empate.

Al final reparto de puntos que deja a los dos contendientes con sabor agridulce y que mantiene las diferencias en la clasificación.