Bielorrusia neutralizó el tanto de falta de Parejo

Hay trabajo por delante. La Sub-21 de Milla concluyó ayer su ronda de amistosos previos a la Eurocopa de junio con un empate difícil de digerir ante un conjunto bielorruso mejor de lo que su nombre indica. El empate final deja la sensación de que se fue una victoria que costó encontrar y que ya estaba en la mano.

Porque la Selección comenzó con ritmo y velocidad en la circulación, pero no fue capaz de mantener esa línea más que a ratos. Según fueron pasando los minutos el cuadro bielorruso se asentó sobre el césped y mantuvo a raya a los delanteros españoles. Con Bojan mermado en la banda izquierda por la dura entrada que le hizo Veretilo y que terminó por lesionarle, las ocasiones fueron escasas y la continuidad cada vez menor. Aún así, las buenas internadas de Dídac por la izquierda y las caídas a banda de Adrián sirvieron para descubrir huecos en la zaga visitante. Por uno de ellos se coló el deportivista para poner un buen centro, pero Bojan no acertó a rematarlo con precisión.

Las cosas cambiaron algo con la entrada de Thiago. El del Barça dio más movilidad al centro del campo y poco a poco el equipo se fue entonando. Así, Capel forzó una falta al borde del área que transformó con clase Parejo en lo que todo el mundo entendió como el gol que les serviría a los de Milla para ganar. Pero no fue así. Cuando parecía que lo más difícil estaba hecho, un despiste defensivo sirvió para que Bielorrusia empatase. Un gol evitable y que en fases finales puede ser mortal. Y esa conclusión sacó ayer la Sub-21. Lección aprendida.