Euro 2012 | Preocupación por el estado del césped
España llega a Lituania sin saber si se juega
A los rivales no les importa el patatal y no pedirán el aplazamiento. Deberá decidir el árbitro, el francés Duhamel, que llega hoy a Kaunas
España ya está en Kaunas, donde hace un frío intenso y hay previsión de nevadas débiles en las próximas horas. Justo lo contrario de lo que hace falta para recuperar un césped, el del estadio Dariaus y Girenas, que está destrozado y que se ha convertido en una amenaza para los jugadores, que tienen pánico a lesionarse en este patatal.
Lituania le echa la culpa al duro invierno. Pero viendo las caras alegres de sus jugadores, concentrados en el hotel Royal Kaunas, parecen conformes con la situación. "El sábado jugamos ahí contra Polonia y nadie se lesionó", dijo Cesnauskis. Paco Jiménez, ojeador de la Selección, que lleva varios días en Kaunas, asegura que los trabajos de reparación del campo son de risa. "Lo más que he visto ha sido a dos jardineros con un rastrillo". De modo que todo hace pensar que los lituanos no tienen mucho interés en que las cosas mejoren. Saben que su única posibilidad de sacar algo en limpio contra España es jugar en este sembrado, algo que dista mucho de los estadios en los que están acostumbrados a jugar nuestros internacionales y en los que deberían disputarse los partidos que organiza la UEFA.
Pero la última palabra la tendrá el árbitro del partido, el francés Laurent Duhamel, que llega hoy a Kaunas con el encargo expreso de inspeccionar con lupa el estado del terreno de juego. De su opinión, y de lo que hoy acuerde con el delegado de la UEFA, dependerá de que se juegue o no. Jiménez sospecha que "lo más probable es que el partido se dispute porque el sábado se autorizó el amistoso ante Polonia".
El campo, en verdad, está hecho un patatal. Hay más tierra que hierba, está lleno de montoncitos de arena y hoyos. Y además está muy duro. Mucho peor que algunos campos de Regional en pleno invierno. Un auténtico reto para futbolistas de primer nivel, para jugadores internacionales que no han pasado por algo igual desde infantiles, cuando apenas eran un lejano proyecto de lo que son hoy. Los que jueguen se van a comer un marrón.
Cuatro horas de viaje y dos más en la terminal
La Selección llegó a Kaunas pasadas las nueve de la noche, tras más de cuatro horas de avión. El frío, un grado bajo cero, recibió a la delegación española que aún tuvo que esperar dos horas más en la terminal del aeropuerto porque en Kaunas no disponían de la maquinaria apropiada para bajar de la bodega del avión de Iberia el material de la Selección y las maletas de los viajeros. Un pequeñísimo grupo de estudiantes españoles, ocho en total, recibieron a los jugadores en el hotel Radisson, donde quedaron concentrados.