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Liga de Campeones | Real Madrid - Olympique de Lyon

"Sólo sale un Benzema cada diez o veinte años"

Benzema se volverá a enfrentar el miércoles con su pasado. Aquí tienen la explicación de cómo se fabrica un crack. Armand Garrido, su entrenador cuando se confirmó como estrella en la Academia de Tola Vologe del Olympique, nos cuenta su evolución y cómo funciona esta fábrica de talentos.

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<b>UN ICONO. </b>Garrido posa ante una gran foto de Benzema que preside la entrada de la residencia Tola Vologe.
reportaje gráfico: chema Díaz

Armand Garrido, el técnico con el que Benzema explotó, pasea con suficiencia por la Academia de Tola Vologe. Lleva 22 años puliendo perlas allí, y cada joven atleta fibroso con el que se cruza se para en seco y estrecha su mano y la de los que le acompañan con gesto reverencial. Tola Vologe es una fabrica artesanal de futbolistas. Nada más entrar hay tres grandes fotos de Benzema, Govou y Remy que presiden el hall y que recuerdan a los internos cuál es su objetivo. Subiendo las escaleras se accede a las 23 habitaciones de los elegidos. En cada puerta hay impresa una gran fotografía de los ídolos que de allí salieron: la de Benzema es la número 11.

"La inversión anual es de cuatro millones de euros. La generación de Benzema, la del 87, fue vendida por 60 millones", cuenta Garrido mientras abre las puertas de algunas estancias sin preguntar. Los jóvenes, sorprendidos, se levantan y sonríen, y enseñan orgullosos los pósters de Benzema que hay en sus paredes. "¡Pero un Benzema sólo sale cada 10 o 20 años!", afirma el técnico con autoridad para bajar los humos de los jóvenes.

Normas. Uno de los grandes secretos de Tola Vologe son sus estrictas normas: "A las 6:30h. se toca diana. Los internos cogen un autobús para ir a la escuela. Luego vuelven para comer, descansan y a las 17:00h. van a entrenarse. Ven que hay salas específicas de visionado de vídeos para clases de táctica, y un gran comedor donde se les hace una dieta individual. Hay salas de juegos e Internet, pero algunas páginas están restringidas. A las 22:30h., luces apagadas y a la cama". Nadie conoce mejor que Garrido cómo Benzema se convirtió en una estrella: "Para él, que lo sacáramos del barrio de Bron (una barriada conflictiva de Lyon en la que nació y se crió) fue definitivo. Nunca le había gustado ir a la escuela. Cuando lo internaron se sometió a unas reglas estrictas y vio que aquí había reconocimiento por él, y explotó".

"Hubo dos Karim. Todo el mundo dudaba del que tenía 15 años. Pero con 16, ya interno, todo cambió. Fuimos a jugar con el Sochaux, ganamos 4-0 y él marcó todos los goles. Guy Lacombe, el entrenador del Sochaux, llamó para ficharle. Y el Ajax ofrecía dos millones... Pero Aulas apostó por él. Con 17 años marcó 38 goles en ocho meses". Esa misma temporada brilló en la final del torneo de Montaigu contra el Nantes. "Ya no había dudas sobre él. Fue el mejor jugador del torneo. Tras la entrega de trofeos sentí una mano en mi espalda. Era René Girald (exfutbolista de los 60 que estaba en las inferiores de Les Bleus). Me dijo: '¡Vaya bomba tenéis! Cómo no le habéis hecho contrato profesional?'. Al año siguiente lo firmó y Le Guen le hizo debutar en 2005 con el primer equipo ante el Metz". El resto ya es historia...