Algo más que tres puntos

El Sporting recibe al Zaragoza en un partido que tiene un valor superior a los tres puntos que hay en juego. El empate de la primera vuelta hace que el ganador supere en el coeficiente particular a uno de los rivales directos que esta tarde abrirán la jornada en El Molinón, en un partido que no es una final, porque el que pierda no descenderá, ni el que gane tendrá la permanencia asegurada, pero los puntos darán una ventaja sustancial al vencedor. El conjunto gijonés afronta el encuentro con un punto más que los aragoneses y mejor diferencia de goles, en vísperas de que los zaragocistas tengan el calendario seguido más complicado contra el Athletic, Barcelona y Valencia, lo que les aprieta más la necesidad de sumar en el campo rojiblanco.

Manuel Preciado cambia la estructura del equipo ante los aragoneses, al plantear el encuentro de una forma muy distinta a cómo lo hizo ante el Barcelona y el Valencia. Esta vez, al conjunto del cántabro le tocará asumir el control del balón y llevar la iniciativa del juego, que no es lo que mejor le va.

Más posesión de balón.

Javier Aguirre, en cambio, es de los técnicos que prefiere que su equipo tenga más la pelota, si bien en este caso, por los agobios clasificatorios, optará por el camino práctico que le lleva a plantear un sistema 4-1-4-1, para dar una primera opción al aspecto defensivo, que últimamente le ha salido caro, antes que mirar hacia adelante.

Preciado recupera al lateral José Ángel, por motivos tácticos, para cubrir la banda izquierda, y al goleador gaditano David Barral, tras cumplir un partido de sanción.

Por su parte, el técnico azteca tiene el obligado cambio en la portería, debido a la lesión de Leo Franco, que da paso al veterano Doblas, además de la baja técnica de Obradovic, que será cubierta por el ex oviedista Paredes. El Zaragoza es uno de los equipos que aún no repitió una alineación. El Sporting sólo lo hizo en cuatro.

El Molinón registrará un ambiente de gala para este encuentro

El Molinón va a registrar un ambiente de gala, con un fuerte apoyo de la afición local a los rojiblancos y una presión que caracteriza al campo gijonés, aunque el horario laboral de la tarde del sábado impedirá el lleno absoluto en el campo. Por parte de la afición zaragocista, el club maño no ha registrado una petición de entradas por parte de los aficionados, por lo que se desconoce el número de zaragocistas que estarán apoyando a su equipo.