Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

Liga Adelante | Córdoba 2 - Salamanca 0

El Arcángel se olvida de la venta y vuelve a sonreír

Oriol acaba con la resistencia charra. Cano, en la picota

José A. Alba
<b>DECISIVO. </b>Oriol anotó el primer tanto del Córdoba y abrió el camino hacia la victoria.
DECISIVO. Oriol anotó el primer tanto del Córdoba y abrió el camino hacia la victoria.

El Arcángel vuelve a sonreír. El Córdoba no pudo tener ayer mejor comienzo de la segunda vuelta tras ganar de forma rotunda a un Salamanca que cada día va a menos. De hecho, es su octava derrota consecutiva, que deja muy tocado al equipo y atambién a su técnico Óscar Cano, El marcador final quedó corto para los méritos locales, aunque el conjunto charro, a pesar de no inquietar apenas la portería de Alberto, resistió cuanto pudo. Primero Oriol y luego un gol en propia puerta de Goiko decidieron el encuentro.

El Córdoba jugó y se gustó, con un fútbol muy vertical desde el minuto uno hasta el final, que desarboló por completo al Salamanca. Sólo la falta de acierto local y un gol anulado a Usero en la primer parte impidieron que los de Alcaraz se fueras a vestuarios con ventaja. Después, los de Cano, tímidamente, amagaron con reaccionar, pero poco a poco volvió a caerse el equipo. La insistencia del Córdoba tuvo premio y el gol tenía que llegar de alguna forma. Oriol, a falta de un cuarto de hora, batió a Biel Ribas a bocajarro al aprovechar un balón muerto sobre la la línea de gol.

Con el Salamanca tocado, y sobre todo con la salida de Pepe Díaz, una contra conducida por Callejón fue interceptada sin querer por Goiko. El balón llegó a la red. El triunfo deja al Córdoba en una situación más tranquila y mete en sun serio aprieto al Salamanca. Cano puede tener las horas contadas.

El detalle: la grada no apoya a Flores

Otro partido más, y ya van unos cuantos esta temporada, el joven Javi Flores tuvo que soportar las críticas y los silbidos de la grada incluso antes de jugar. Cuando saltó al terreno de juego un sector de la grada la tomó con el canterano.