La venta del Racing se retrasa ahora al sábado

Fue una de esas jornadas que los clásicos del periodismo deportivo definen como 'no apta para cardíacos'. Avanzada ya la noche los Montalvo y Ali Syed acordaron que el proceso de venta de las acciones del club santanderino seguía, con prisas pero con pausas, su marcha y que la idea de ambas partes es que el próximo sábado se pueda escenificar en la capital de Cantabria el cambio de propietario del Racing.

Hasta ese momento, en El Sardinero, en Peña Herbosa (sede de la Presidencia del Gobierno), y en Birmingham (hogar de la familia Zigic) no les llegaba la camisa al cuerpo. Todos necesitan desesperadamente que salga adelante la venta de las acciones de Dumviro, sociedad de los Montalvo a Ahsam Ali Syed y el retraso en los planes anunciados por WGA, la empresa del asiático, hizo saltar todas las alarmas. Y con razón, la operación estuvo 36 horas en serio riesgo de zozobrar.

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A media mañana del martes llegó a Jacobo Montalvo y a las oficinas de WGA en Bahrein una comunicación de cuatro ex altos cargos del grupo Silver Eagle, empresa de los Montalvo, uno de ellos José Serrano (consejero del Racing 2007) en la que reclamaban derechos sobre las acciones en venta.

A raíz de la quiebra del grupo inmobiliario, estos ejecutivos negociaron unas condiciones para su salida que, ellos así lo entienden, incluían derechos, entre ellos el de tanteo, sobre diversos paquetes accionariales. Ahí estaban incluidas las del Racing propiedad de Dumviro. En cuanto llegó a Bahrein el aviso, Ali Syed paralizó sus planes de viaje, contacto con un nuevo bufete de abogados, con sede en Londres, y se replanteó toda la operación. Entre otras cosas exigió un documento que le liberara de responsabilidades sobre compromisos adquiridos por los anteriores dueños de las acciones del club cántabro. Al filo de las cuatro de la madrugada en España Jacobo Montalvo aceptó firmar ese salvoconducto exigido por el indio. Prueba superada. Una más.

Y mientras, en Birmingham, Zigic, con todo acordado para una cesión con opción de compra de 6 millones de euros y las maletas hechas, pasó el día colgado del teléfono y pendiente de internet.