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LIGA ADELANTE | GIMNASTIC 1 - VALLADOLID 0

El Nàstic frena su caída libre y el Valladolid se hunde más

El equipo que ocupaba la última plaza de la clasificación interrumpió su mala racha esta tarde en el Nou Estadi, gracias a un gol de Rubén Navarro (1-0) mediada la segunda mitad.

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La caída libre que el Gimnàstic inició hace ocho jornadas y que le ha llevado a ocupar la última plaza de la clasificación se interrumpió esta tarde en el Nou Estadi, gracias a un gol de Rubén Navarro (1-0) mediada la segunda mitad que hundió aún más al Valladolid, descabalgado ya de los puestos de ascenso.

Ambos equipos llegaban a este partido acuciados por las urgencias y tras dos meses de resultados nefastos para sus intereses. El Nàstic, hundido en el pozo de la clasificación y el Valladolid, muy lejos del objetivo que se marcó al principio de temporada: el de recuperar la categoría.

Además, ni Juan Carlos Oliva ni Abel Resino habían servido de revulsivo, pues ni con uno ni con el otro en el banquillo Nàstic y Valladolid sabían lo que era la victoria. Los pucelanos siguen sin conocerla, pero el conjunto tarraconense logró saborearla por fin hoy.

Con un fútbol poco elaborado, primario, directo, pero mucho más eficaz que en jornadas anteriores, los locales pusieron cerco a la portería de Justo Villar desde los primeros minutos de juego. Tensión defensiva, transiciones rápidas y balones largos para Powell y Rubén Navarro, toda una declaración de intenciones de las armas que Oliva utilizará a partir de ahora para salvar la categoría.

Esto le bastó al conjunto local para generar hasta tres clarísimas ocasiones de gol en la primera mitad. Un cabezazo de Mairata, un mano a mano de Powell con Justo Villar y un disparo dentro del área de Navarro que volvió a encontrar el acierto del meta paraguayo.

El Valladolid, en cambio, hizo un fútbol más temeroso en el primer tiempo. Toco más, tuvo más posesión, pero le faltó convicción y precisión en los metros finales. Solo la velocidad de Sisi por la banda izquierda generó algo de peligro por el cuadro pucelano. El resto de la ofensiva visitante se redujo a un tiro lejano de Rueda y a un cabezazo desviado de Arzo a la salida de un córner.

Abel Resino sentó a un desasistido Óscar en el descanso y dio entrada a Jofre, el jugador más peligroso del partido tras la reanudación. El Valladolid apretó arriba, pero no inquietó la meta de Rubén más que con tiros lejanos de Jofre y Nauzet. La entrada del joven Álvaro Rey revitalizó al Nàstic, que se estiró durante unos pocos minutos, los suficientes para adelantarse en el marcador con un tanto de Ruben Navarro, que resolvió una jugada confusa dentro del área.

Los veinte minutos finales fueron un rosario de imprecisiones, tensión y nervios en los jugadores de ambos equipos, que hoy se jugaban, además de los tres puntos, algo mucho más importante: revertir su estado de ánimo o, por el contrario, acabar definitivamente abocados a un depresión futbolística de incalculables consecuencias.

El Nàstic aguantó el tipo ante el arreón final de los pucelanos, que ya suman siete partidos sin conocer la victoria -los mismos que los de Tarragona llevaban hasta hoy- y que ahora mismo empiezan más a mirar hacia la parte baja de la tabla que a las posiciones de ''play-off''.