Esta vez sí, adiós al tercero

El Betis es el mejor equipo de la categoría. De eso no hay ninguna duda. Sus 42 puntos en 18 jornadas, su ritmo de 100 puntos a final de campeonato, los 42 goles a favor, los 16 en contra,... Todas esas cifras no son fruto de la casualidad, pero hasta ayer no dio el puñetazo esperado en la clasificación. Hasta la fecha había algo que angustiaba a Pepe Mel y era que a pesar de tan espectacular comienzo de campeonato, Celta y Rayo Vallecano no permitían que el Betis respirase tranquilo. Al más mínimo error sentirían su aliento en el cogote. "Si ascendieran tres ya podríamos decir que subiríamos casi seguro", ha repetido en las últimas semanas el entrenador verdiblanco. Pero ahora la situación ha cambiado. La victoria del Betis, por cierto tras el peor partido como local de toda la temporada, los aleja a seis puntos del Celta y sobre todo a ocho del Rayo Vallecano (tercer clasificado), al que además tiene prácticamente ganado el goalaverage después del 4-0 en Heliópolis. 'Nueve puntos' que hacen mirar al futuro con mucha más tranquilidad.

Y eso era algo que ya sabían los verdiblancos al saltar al terreno de juego, por lo que en esta ocasión sí que era fundamental el resultado por encima de la vistosidad del fútbol desplegado. Tal vez se lo tomaron demasiado a rajatabla y firmaron un encuentro absolutamente tedioso sobre todo en el segundo periodo, que aburrió a la fiel infantería verdiblanca que sólo pudo aplaudir con tranquilidad tras el pitido final del colegiado madrileño Del Cerro Grande.

Mel volvió a apostar por el tridente mágico de ataque. Ese que por sí mismo asegurará decenas de puntos fundamentales hasta el final del campeonato. El Betis empezó enchufado y con ganas de sentenciar el choque cuanto antes contra un rival acuciado por la mala situación en la tabla (tras la última jornada vuelve a ocupar el farolillo rojo). Beñat tomó la manija del partido desde el primer momento y se erigió como el jugador más inteligente sobre el terreno de juego. De sus botas se generaba el fútbol necesario para que Salva Sevilla asistiera a los tres de arriba y sólo la escasa puntería de Jorge Molina provocó que los verdiblancos no se adelantaran antes en el marcador.

Pero el fútbol se fue apagando y los béticos se contagiaron de la ineficacia de un Nàstic muy corto en todos los aspectos. Emaná se dedicó a perder muchos balones y la voluntad de Rubén Castro no se veía traducida en claras ocasiones, a pesar del nefasto nivel de los dos centrales visitantes Mairata y Sergio. No obstante, un balón en largo para Jorge Molina provocó que Mairata cometiera un penalti absurdo sobre el ariete alcoyano, que a la postre sería definitivo. Emaná cogió el balón y sin ningún tipo de problemas lo alojó en las mallas de la portería de Rubén Pérez. El camerunés apenas aportó nada más al partido, pero ya suma diez tantos y sigue erigiéndose como líder del equipo. Su sangre fría pese a los pitos recibidos así lo demuestra.

Pero el Betis se olvidó de que sólo llevaba un gol de renta y por malo que fuera el rival no podía confiarse. El juego iba decayendo a pasos agigantandos y los béticos ya ni llegaban cerca de la meta del Nàstic. Mel apostó por Israel para darle mayor profundidad al ataque de su equipo, pero el canterano estuvo horrible y no consiguió dar ni un buen centro a sus compañeros, que por otra parte cada vez estaban más encerrados en torno a Goitia. Y tanto fue así que los tarraconeneses se lo creyeron e intentaron sumar en la cancha del todopoderoso Betis. En este segundo periodo tuvieron todo el dominio del balón, pero su candidez en los metros finales le privó de tener buenas ocasiones. Sólo un remate absolutamente solo de Seoano puso el corazón de los béticos un puño. Pero nada más.

Al final incluso Rubén Castro pudo ampliar su cuenta de goles, aunque, como bien dijo al final no tuvo su día. El Betis no jugó bien, pero ganó y el Rayo se aleja. Es decir, que el ascenso se acerca.

Dorado cambia de dorsal e Iriney será baja

Iriney se une a la lista de bajas del Betis para el partido de Huesca. El futbolista heliopolitano cumplirá ciclo de amonestaciones tras la amarilla que vio ayer. Lleva ya diez. Dorado, por su parte, volverá a Huesca y ha cambiado de número habitual. Ahora lleva el 5 en lugar del 16 como hasta ahora.