Resumen 2010 | Un año en frases
2010, un añó en frases
Si Bird nos descubrió que "Dios se disfrazaba de Jordan", y Ali presumía de "volar como una mariposa y picar como una avispa", en este 2010 hemos aprendido que Mourinho no es Harry Potter y que Guardiola está poseído por Gandhi.
Elegir la frase del año es tarea compleja. El problema es decidir el criterio al que atender: actualidad, trascendencia, brillantez, ironía, contundencia... Por frescura, y por resumir a la perfección el sentir de los españoles que estaban ante sus televisiores en ese momento, José Antonio Camacho podría ser el autor de la sentencia del año. Su "¡Iniesta de mi vidaaaaaaaaaa!" ya está en la historia de nuestro deporte y en los anales de la televisión, como aquel gallo que soltó José Ángel de la Casa al cantar el gol de Señor, el defintivo 12-1 ante Malta.
Pero hay otras declaraciones que han hecho méritos suficientes para ser candidatas a la frase del 2010. La pronunciada por la mujer del árbitro Howard Webb, que dirigió con pésimo criterio la final del Mundial, resume perfectamente la opinión de los miles de millones de espectadores que vieron las tropelías permitidas por el inglés a los holandeses. Por eso no extraña que Kay advirtiera el día antes de la final al Daily Star: "No entiendo cómo mi marido puede pitar la final del Mundial si ni siquiera es capaz de hacerse cargo de sus hijos cuando no estoy en casa". No se sabe qué opinan al respecto Helly, Jack y Lucy. Los hijos de Howard.
Entre los declarantes aparecen, por supuesto, clásicos acostumbrados a incendiar las portadas con abruptas declaraciones como Maradona o Mourinho, directivos que se tiran de cabeza al charco como Blatter, el surrealista Villar o un belicoso José Luis Sáez. No faltan símiles entre los que se cuelan desde Harry Potter a Ghandi, salidas de tono como la de Anelka en la concentración francesa en Sudáfrica, la discreta socarronería de Del Bosque o un menottista irredento como Lillo enviando un dardo envenenado a Cristiano Ronaldo. Y como colofón, el hombre del año, el manchego Andrés Iniesta, con su habitual modestia. Por sus palabras los conoceréis...