El holandés número 18 del Camp Nou: Afellay

Ya está presentado y se espera con ilusión su debut. Podría ser ante el Levante en Liga o bien en La Catedral, en la complicada vuelta que los culés tendrán ante el Athletic, la noche de Reyes. Lo que es seguro (si nada raro sucede) es que el internacional holandés comenzará a ejercitarse con sus compañeros la tarde del miércoles en la Ciutat Esportiva, y se convertirá en el 18º jugador holandés de la más que centenaria historia del club azulgrana.

La tradición comenzó en 1972, cuando Rinus Michels aceptó ser entrenador del Barça­. Al año siguiente, aparecieron Cruyff (1973) y Neeskens (1974), con un año de diferencia y con progresiones diferentes. Mientras el Flaco fue de más a menos, su compatriota acabó convirtiéndose en el ídolo de una afición que se encaró con Núñez cuando decidió deshacerse del medio.

En 1988, Cruyff volvía al Camp Nou, esta vez como técnico. Se trajo en su mochila al que iba para yerno, Danni Muller, que no pasó del filial culé. Ya en 1989, Núñez pescó en la potente cantera del PSV y compró los servicios de Koeman (hizo el gol con el que se logró la primera Copa de Europa, en 1992). En 1991, el entrenador sorprendió a todo el mundo logrando el fichaje de un zurdo desconocido del Ajax: Richard Witschge.

El 'boom'. En 1997 apareció Louis Van Gaal por los despachos, ya con la sentencia Bosman ejecutada, y el vestuario pasó a hablar en holandés. Los Hermanos De Boer (Frank y Ronald), Reiziger, Bogarde, Cocu, Hesp, Kluivert y Zenden tuvieron pasos más bien distintos por el Barcelona, siendo el centrocampista Cocu el más destacado, mientras que Kluivert tuvo algunos momentos decisivos y sus goles ayudaron puntualmente al equipo.

Hasta que Gaspart no entró en la presidencia (2000) no se activó el mercado holandés. El empresario hotelero compró los derechos de Overmars (del Arsenal por 24 millones de euros). Ya con Laporta ingresaron Van Bronkhorst, Davids y Van Bommel. Y ahora el 18º, Afellay. A ver qué tal les sale.