Rakitic distribuye muy bien el juego

Febrero de 2007, juegan un amistoso Sub-21 Francia y Suiza. Los ojos puestos en Gourcuff, Matuidi o el prometedor Lloris, pero en los suizos destaca un rubio habilidoso, mediapunta, revelación del campeonato suizo con el Basilea. Sí, Ivan Rakitic, hoy internacional croata y objetivo del Atlético de Madrid. Diestro, aquella temporada acabaría con once goles, alguno de libre directo, uno espectacular con la zurda al Saint Gallen al enganchar de volea un centro desde la izquierda. Balón a la escuadra y gol que sería elegido el mejor de aquella temporada en la liga suiza. A veces mediapunta, otras algo más retrasado por detrás de Eduardo pero con libertad absoluta, conviene insistir en ello porque esa es su posición natural. Christian Gross dirigía a aquel Basilea en el que la pareja Petric-Rakitic tardó en aparecer. Incluso Rakitic tenía más continuidad que Petric. Hoy les vemos juntos en la selección croata, pero siempre con Rakitic más retrasado con respecto a aquel. De padres croatas, crecido en Suiza, no dudó en elegir la selección croata nada más llegar al Schalke. Dirigía al equipo Mirko Slomka, la marcha de Lincoln había hecho daño y Rakitic llegó con los once goles por bandera y la sensación de que podría jugar más retrasado. Lo hizo, bajó su nivel goleador e incluso con Magath le hemos visto de mediocentro. Sabe y mucho con la pelota, la mueve bien, distribuye el juego y podría ser un mediocentro organizador bueno, pero su posición natural es mucho más arriba. Más cerca del área, con más influencia en el juego ofensivo. Como Jurado, por ejemplo. Uno que hizo el camino inverso al que puede hacer Ivan Rakitic. Quique no le quiere para organizar el juego en el medio, no le retrasaría demasiado. Sí más arriba, en la posición de Jurado, en la que podría haber sido para Fran Mérida. Lejos de la banda, cerca del área, con libertad. Ahí se mueve de maravilla Ivan Rakitic, cada vez con menos peso en el Schalke de Magath, pero con enormes condiciones.