El Racing no quiere mover ficha en el 'Caso Canales'

La consigna está clara en la planta noble de El Sardinero: la plantilla está cerrada y no se va a acudir al mercado invernal. Se trata, evidentemente, de hacer de la necesidad, virtud. No hay dinero para realizar fichajes y, por tanto, es absurdo proclamar que quieren reforzar el equipo. Pero esto, además, puede ser, también, un movimiento táctico a la hora de plantearse una hipotética negociación con el Real Madrid en navidades para la cesión de Sergio Canales.

En la caja fuerte de las oficinas verdiblancas descansan dos contratos que aseguran (opine lo que opine José Mourinho) que si Sergio sale antes del 30 de junio de 2011 del Bernabéu sólo podrá hacerlo con dirección al Racing. Uno está firmado por Florentino Pérez y Francisco Pernía en el que se refleja una indemnización de cinco millones de euros en caso de que la cesión sea para cualquier otro club (cantidad inviable de pagar, obviamente), el otro lo rubrica, además de Pernía y Florentino, el propio Canales y allí se recogen las cantidades a cobrar esta temporada por el futbolista y que parte debería abonar cada uno de los clubes.

350.000 euros.

Dado que los 1,5 millones de euros que cobra Sergio lo habrían pagado, casi, a escote ambas entidades, si la cesión se produjera sólo para la segunda mitad del campeonato el Racing 'apenas' debería hacer frente a una cifra cercana a los 350.000 euros. Siendo ese un precio realmente bueno para un jugador de la calidad de Canales, lo cierto es que en la ya mencionada caja de caudales de El Sardinero hay muchos más contratos que euros y por ello podrían intentar rebajarla. La primera medida, claro, es mantener impasible el ademán. Algo así como ' el que levante el teléfono primero, paga'. Las relaciones entre ambos clubes y presidentes son, por cierto, muy buenas. Amigos, si, pero la vaca por lo que vale.

Deportivamente, callado está dicho, a Miguel Ángel Portugal Sergio le vendría, para la media punta, como caído del cielo para poder jugar por fin con un 4-2-3-1, pero no quiere hacerse ilusiones.