Lluvia de goles y juego culé

El Barcelona consiguió el pase a los octavos de final de la Copa del Rey tras derrotar al Ceuta en el partido de vuelta de dieciseisavos disputado en el Camp Nou. Aún con la eliminatoria sentenciada por el cero a dos logrado en el Alfonso Murube, el Barcelona desplegó un fútbol digno de elogio durante todo el choque. El conjunto catalán desarboló en todo momento a su rival, que se vio acosado durante los noventa minutos por un equipo con hambre y con mordiente. Los de Guardiola se adelantaron a los dos minutos con un magnífico gol de Nolito tras una jugada individual de mucho mérito. A los siete de juego Thiago se encargó de anular a toda la defensa visitante con dos toques de balón para dejar en bandeja el segundo a Milito. Pedro, Bojan y Messi completaron la goleada tras el descanso. Guzmán anotó el gol ceutí.

El Ceuta, consciente de que la eliminatoria se resolvió en el Alfonso Murube, visitó el Camp Nou con la única intención de disfrutar. Salvo para los hombres no habituales que Guardiola puso en liza, el partido sobraba para todos. El trámite ante el conjunto de De Deus fue una oportunidad para reivindicarse para los Bartra, Nolito y Bojan, este último único delantero culé que afrontaba el choque sin haber marcado en competición oficial esta temporada. El descanso que Guardiola otorgó a Busquets, Xavi e Iniesta tuvo como consecuencia un centro del campo inédito en los locales.

Como era previsible, el Barcelona no dejó opción alguna a su rival y se apoderó del balón y el dominio del partido desde el comienzo con su habitual fútbol de toque. No hubo que esperar más de dos minutos para ver la primera muestra clara de la superioridad culé. Nolito recogió un balón en la frontal del área rival y, tras una magnífica jugada individual, logró el primero del partido elevando el balón por encima de un vencido Fock. Tan sólo cinco minutos después, el portero ceutí desbarató una nueva ocasión clara del goleador en lo que fue la antesala del segundo tanto del partido. Con dos toques de balón Thiago rompió a toda la defensa visitante dejando el balón a Milito para que el argentino cruzara perforando de nuevo la meta visitante. No se habían consumido ni diez minutos de partido y el Barcelona ya ganaba por dos a cero un choque en el que no hubo color.

El festival de juego local en los primeros minutos fue sencillamente espectacular. Los de Guardiola se gustaban llevando la batuta en todo momento, y para muestra un botón, al cuarto de hora de partido los azulgranas acumulaban el 87% de la posesión del esférico. Un disparo alto al contragolpe y otro al palo de Gilson fueron las dos primeras apariciones atacantes de los visitantes en la primera mitad. Si los de De Deus se estaban viendo superados en todo momento por su rival y por la situación, la cosa empeoró aún más. Rozando la media hora de juego Vitor Moreno vio la roja directa por derribar a Bojan en el área cometiendo un penalti que el propio canterano del Barcelona desperdició mandando su disparo al palo. A falta de diez minutos para el descanso, y contra todo pronóstico, el Ceuta acortó distancias por medio de Guzmán justo antes de que Milito abandonara el partido lesionado dejando su sitio a Abidal.

Tal y como sucedió en el primer acto, el Barcelona no dejó tiempo a su rival para que se asentara sobre el césped y a los cinco minutos de la reanudación Pedro logró el tercero de los suyos cruzando su disparo tras un magistral control orientado. Poco después del cuarto de hora del segundo tiempo, Guardiola retiró del campo al jugador canario para dar entrada a Messi. Con el argentino en el campo el partido se rompió por completo y en tan sólo seis minutos desde su entrada cayeron el cuarto y el quinto del Barcelona. Bojan remachó al fondo de la red un rechace de la zaga ceutí y Messi culminó de forma espléndida una jugada de Thiago digna de ser mostradas en todas las escuelas de fútbol. Con la goleada instalada en el marcador, el Ceuta quería pero no podía y fue bajando los brazos a medida que se acercaba el final. El Barcelona ya espera oponente para los octavos de final tras superar con amplitud a su rival de dieciseisavos.