NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

El reportaje | La cara oscura del fútbol

'La 12' de Boca Juniors: una historia de luchas de poder y baños de sangre

Política, extorsión y dinero salpican una guerra sucia entre los clanes de Martín, El Uruguayo y Rafa Di Zeo.

Á. Medina
Actualizado a
<b>LA MÁS MEDIÁTICA. </b>La Doce, con 500 miembros, es la barra  brava más influyente.
afp

Los archivos de los medios argentinos reflejan que el término 'barra brava' fue utilizado por primera vez en 1958, por La Razón, con motivo del asesinato de un aficionado durante un Vélez-River. Después, la denominación se popularizó en la década de los 60, teniendo sus episodios más sangrientos desde los 80 en adelante. Así, La 12, el brazo armado de la hinchada de Boca, es el emblema de estas organizaciones violentas.

Las barras bravas son un fenómeno social que no puede vincularse exclusivamente a la marginalidad urbana y al consumo de alcohol y drogas. En La 12, como en otras barras del fútbol argentino, convergen personajes de distintas clases sociales y de diversa formación académica. Pero La 12 destaca como la más mediática de estas organizaciones de violentos que se mueven seducidos por el encanto del poder y el brillo del dinero, mucho más que por la pasión de unos colores.

La lucha por el poder en La 12 es una historia de violencia y sangre que arranca con Quique El Carnicero y alcanza su máxima violencia a manos de José Barrita El Abuelo. Su relevo lo toma Rafael Di Zeo, quien prohibió el consumo de cocaína en la línea de mando. Sin embargo tras un feroz ataque a hinchas de Chacarita en 1999 fue detenido. Tiene la condicional sujeto a diversas pautas de conducta: como pedir permiso para viajar, no tomar alcohol, presentarse mensualmente en el juzgado, no entrar en un estadio... Pero tiene dos causas abiertas por liderar una asociación ilícita (así considera el juez a La 12) y provocar destrozos en Boca-Chacarita del Apertura 2003.

Con Rafa fuera de circulación, la jefatura está en manos de Mauro Martín, quien se zambulló en una lucha interna feroz desatada por El Uruguayo Richard, cuyo objetivo era destronarlo y disfrutar de impunidad, poder y dinero.

Sin embargo, hoy Mauro no parece tener rivales serios de los que preocuparse. Rafa armó un grupo para quitarle la tribuna, tentando sin éxito a los que están con Mauro. Y El Uruguayo, su rival más fuerte, actualmente está en prisión, por lo que no parece que el reinado de Martín corra peligro. Habrá que ver qué sucede el año que viene, si Rafa Di Zeo libra sus juicios, El Uruguayo sale de la cárcel y los ultras de Lomas buscando referente. Si se juntan, habrá una lucha por el poder, que será una carnicería. Pero por el momento, según fuentes policiales, no parece que nada de eso vaya a pasar. Por el momento.