Geta-Stuttgart: frío en la grada, ardor en el césped

El partido de esta noche es para el Getafe como una prueba de supervivencia. Si la superas no es que vayas a vivir mejor el resto de tu vida, pero te aseguras seguir viviendo. Si el Geta pierde, adiós a Europa. El Stuttgart lleva nueve puntos y el Young Boys (con el que el equipo de Míchel perdió 2-0 en la ida), suma seis. El Geta sólo tiene tres. Según el desarrollo del partido, puede valer el empate.

Cuanto mayor es la necesidad, menor será el apoyo que tenga el equipo. La previsión de público es mínimamente superior a la del día del Odense, con sólo 1.500 espectadores en el Coliseum. La razón es que la afición no traga con los precios de las entradas. La más barata 50 euros, 80 la más cara y los abonados han de pasar por taquilla y pagar entre 15 y 30 euros. Vendrán 800 alemanes.

El frío de la grada contrastará con el calor que habrá en el césped. Míchel busca gol con todo lo que puede, porque las bajas de Manu, Parejo y Gavilán han dejado al equipo escuálido de talento. Arriba Colunga y junto a él Adrián Sardinero, el goleador del filial.

Molinaro y sus ovnis.

El Stuttgart no reservará nada. Jugará su pareja de delanteros titular, Cacau y Marica (pronúnciese con acento en la primera a). Conviene recordar que el Stuttgart es el cañonero de la Europa League, el equipo que más veces ha disparado a puerta en las tres jornadas: 31.

Debido a las bajas, es posible que el lateral izquierdo Boka deba jugar por la derecha. Eso daría entrada a Molinaro, jugador al que en Italia bautizaron Il bidone por su particular silueta y que era objeto de mofa por la crítica: "Un centro de Molinaro es la prueba definitiva de que los ovnis existen", o "Los hombres temen la ira de Dios y Dios teme los balonazos de Molinaro".

El Getafe, en cambio, no está para bromas. De lo que hoy haga depende su futuro en Europa.

Manu, baja tras chocar con Pintos

Manu del Moral se lesionó en el entrenamiento de ayer tras un encontronazo con Pintos. El jienense sufre un esguince de tobillo en su pierna izquierda. Dejó el campo con evidentes gestos de dolor y fue atendido en el banquillo. Es duda contra el Barça.