Javi San Juan fichó a Canales tras brillar en un 'cole' de curas

Prever que Canales iba a ser un figura al verle jugar en la playa de El Sardinero siendo un crío no era una locura. Todo el mundo coincidía. Sin embargo, hubo personas que influyeron más que otras en los inicios del madridista de Santander. El principal, su padre, Gelo, por ser paciente en manejar una joya. Otro, Chema Labariz, su entrenador en Los Agustinos, colegio (de curas) de Sergio, por retocar sus defectos y acentuar sus cualidades. Y uno más fue Javi San Juan, uno de los ojeadores del Racing que recomendó su fichaje a Santi Gutiérrez Calle, el director de la cantera, hace nueve años, cuando el Rubio de Valdenoja era alevín.

"Ya daba el cante siendo un chaval a pesar de que siempre competía con mayores. Le conocí cuando tenía 7 años y me dejó boquiabierto al enfrentarme a él con mi anterior equipo, el Bansander. Era la final de la Liga, ganamos 4-1, pero tuvimos que marcarle al hombre. Después, llegué al Racing y propuse su contratación". Dicho y hecho. San Juan le entrenó un año y después lo tuvo Roncal, aunque a los torneos nacionales iba con los chicos de su edad, dirigidos por Anievas.

Codiciado.

"Le poníamos en varios puestos para que aprendiera a crear y destruir. En Brunete integró el mejor siete. Vinieron mil equipos a por él. En el Torneo de Muskiz se llevó el trofeo al mejor jugador (y la camiseta de Julen Guerrero), a pesar de ser quintos, y repitió en otro de Navidad pese a que el reglamento impedía dárselo a un chico del Racing. Lo exigió el resto de equipos...". Anecdóticamente, quien quiera encontrar a San Juan y oír más detalles de los inicios de Canales deberá buscarle en la cola del paro.