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Liga de Campeones | R.Madrid - Milán

El Milán aterrizó con la obsesión de Mourinho

Ibra en 'El País': "El portugués llega, gana, se va y da las gracias"

Actualizado a
<b>FANTASMAS. </b>Robinho se enfrenta al Bernabéu, que le pitó y aplaudió.
Pepe andrés

Se hicieron esperar. La expedición milanista llegó al aeropuerto de Barajas con una hora y media de retraso (el aterrizaje estaba previsto para las 13:00 horas) porque su vuelo se vio afectado por la huelga de los controladores franceses (después se dirigieron al hotel Villa Magna, lugar habitual de concentración para el equipo italiano).

Sólo una veintena de tifosi esperaban en la terminal. La expectación levantada por las estrellas del Milán era mucho mayor entre los medios. Ronaldinho, que perdonó los enormes auriculares para escuchar música por otros más minimalistas, apareció con su ya clásico gorro. Volvía al escenario donde vivió parte de sus noches más gloriosas, como Robinho, otra vez en casa, que centró gran parte de los focos (los que aún no ha sabido dirigir hacia él en el campo), o el eterno Seedorf, o el joven Pato, pero por encima de todos emergía la figura interminable de Ibrahimovic (gorro de montaña para él), en otro tiempo hombre clave para Mourinho y que hoy se enfrenta a su pobre pasado español.

'Mou' y Guardiola.

El delantero sueco habló del ahora técnico del Madrid en una entrevista a La Gazzetta y El País: "Él me estimulaba (en el Inter). Es un ganador. De hecho, llega, gana, se va y da las gracias. Guardiola no sabe gestionar un grupo de 22 estrellas; Mourinho, sí". Este es un pensamiento compartido por la mayoría de la plantilla del Milán, dicho por su máxima estrella junto a Ronaldinho, que ya aseguró en AS que "Mou iba a hacer algo grande en el Madrid". Un Ibrahimovic que, por cierto, le ha encontrado por fin el pulso a la Champions en el Milán, con el que ha marcado tres goles en dos partidos.

Cristiano.

El portugués es la otra gran preocupación para los milanistas. Pero veteranos como Seedorf intentan llevar la presión a otro terreno: "Es un placer jugar junto a él. Por mí, que incluso Kaká estuviera en el campo porque queremos enfrentarnos a los mejores. Pero, hablando de Cristiano, hay que saber que solo un jugador no hace un equipo".

El Milán se entrenó con mucha intensidad en el Bernabéu cuando ya oscurecía en la capital. Allegri jugó al despiste, no enseñó el once, pero será el mismo que jugó ante el Chievo... sin Robinho.