Barcelona | A vueltas con las cuentas
La junta de Sandro Rosell no da tregua a Joan Laporta
Ruptura total antes de la asamblea
La junta presidida por Sandro Rosell envió ayer un mensaje más que claro a la anterior directiva de Joan Laporta. En la reunión celebrada ayer, los directivos barcelonistas aprobaron paralizar el proyecto de recalificación de la zona de Les Corts y reiteraron su intención de que las únicas cuentas que se voten el sábado en la asamblea sean las suyas. Las que arrojan 77 millones de pérdidas en el último ejercicio. Laporta, que presentó unas "sin auditar", según especificó Toni Freixa, portavoz del actual consejo, debe de empezar a preparar su estategia para no tener que pagar de manera mancomunada con el resto de su equipo 40 millones de euros. La ruptura social es un hecho.
Una de las maneras que tendría Laporta, que defiende a capa y espada que sus números deben de ser los que se sometan a votación aferrándose al artículo 50 de los Estatutos del Barça, sería la de impugnar la asamblea.
"Esta es una hipótesis que contemplamos porque todo puede pasar, pero desde nuestro punto de vista no tiene consistencia jurídica", argumentó Freixa. El portavoz de la junta añadió que "los compromisarios no pueden elegir entre unas cuentas u otras. Se les presenta una liquidación y punto. Más teniendo en cuenta que los números de la anterior junta no estaban auditados, sólo nos presentaron un informe". En el mismo sentido, defendió que "resumiremos la Due Dilligence, porque publicarla entera sería una irresponsabilidad". Finalmente, la junta dejó entrever que aunque los socios voten en contra de que Laporta asuma responsabilidades, se reservan la opción de ejecutar la ley.