"Es más importante no recibir un gol que meter cuatro"

Cinco partidos oficiales y sólo un gol recibido. ¿La cosa funciona en la defensa?

Es un mérito de los de atrás, pero también del centro del campo y de la presión de los de arriba, eso es evidente.

En su caso, además de infranqueable, usted marcó el primer gol blanco en Liga...

Lo considero una anécdota.

¿Por qué subió al ataque en aquella jugada con tanta confianza? ¿Lo hace mucho o fue una orden de Mourinho?

Lo hago con frecuencia... Es el impulso de intentar seguir y ayudar. Lo importante es leer la situación y el juego. Y lo único complicado es saber cuándo es el mejor momento para salir. Me gusta hacerlo, sí, dependiendo de la situación.

Esa fue la cara. La cruz, el gol de Tamudo...

Fue una jugada muy rápida, en el segundo palo. La pelota iba como un misil... La verdad es que pude hacer poco.

¿Le sorprende el runrún del Bernabéu por el juego del equipo aun ganando?

Un poco, pero es algo a lo que estoy acostumbrado... En Londres y en otros sitios sucede igual. Y no hay que escuchar los pitos, vale con el murmullo, para saber que la afición no está contenta con algo.

¿Qué hace de Mourinho ser alguien tan especial?

Todos los jugadores quedan contentos con su manera de entrenar y de jugar.

Bueno, la relación entre ustedes se deterioró hace tiempo. ¿Qué sucedió y cómo lo solucionaron?

Fue en el Chelsea, en el primer año. Fue un encontronazo que tuvimos en el vestuario. Él estaba quejándose de algo, yo le respondí y él me volvió a contestar. Pero después lo tratamos. Me dijo: "Tú me hablaste, yo te hable y ya está, y si tienes que jugar, vas a jugar. Sólo tienes que entrenar bien y jugarás...". A partir de ese momento se solucionó.

¿Qué es lo que ha cambiado en el Madrid para que ahora no encaje tantos goles?

Ahora, con el equipo en construcción, es más importante no encajar goles que meter cuatro. Es importante todo, ganar cuando no jugamos bien, como sucedió contra Osasuna, o hacerlo bastante bien como ante el Ajax. Vamos a mejorar mucho en los próximos partidos.

¿Mourinho es un entrenador resultadista o es alguien que busca el espectáculo?

Su Oporto fue fantástico. Estábamos todos muy bien compenetrados y la manera en la que jugábamos era perfecta. Es un entrenador que piensa como los jugadores o yo mismo: vale más jugar mal y ganar que jugar bien y perder... Lo ideal es jugar bien y conseguir la victoria, y yo que le conozco sé que si ganamos y jugamos mal Mourinho no queda totalmente contento.

¿Es el Barcelona la vara de medir en cuanto al juego?

En el vestuario no se habla del Barça, esa es la verdad. No tenemos que hacerlo...

¿Cuál era su ídolo de la infancia?

En Portugal admiraba a Ricardo, que jugaba en el Benfica, y después a Fernando Couto, del Oporto. Y a nivel internacional, Maldini. No conocí muy bien a Baresi, pero me decían que era el mejor.

Maldini jugó hasta una edad muy avanzada... ¿Cómo ha ido usted cambiando con los años su manera de jugar?

Cuando realmente cambié un poco fue en Inglaterra porque el fútbol es mucho más físico. No he cambiado mucho con los años, la verdad, porque me veo igual de rápido que cuando era joven. No he perdido mucha velocidad. Me siento tan rápido como cuando era joven. Siempre ha sido una de mis características.

¿Cómo se reparte el trabajo con Pepe? ¿Le va a echar de menos hoy?

Bueno, cada uno tiene que hacer su trabajo, en muchas cosas estás solo (risas).

¿Cómo es su vida en la capital de España?

Pues es muy tranquila. Tengo dos hijos que dan mucho trabajo e intento estar el máximo posible con ellos.

¿Qué es lo que le dicen sus hijos del Madrid?

Están contentos... Tienen cerca de cinco años, así que saben que estoy en el Madrid, que es un equipo grande, pero después de tantos años lo ven como algo normal.

¿A qué se habría dedicado de no jugar al fútbol?

La verdad es que no lo sé. Desde muy pequeño sólo mostraba interés por el fútbol y con 14 o 15 años fui para el Oporto. Mi único objetivo era llegar a algo en el fútbol.

Me han dicho que en su etapa del Chelsea era el último en abandonar el vestuario... ¿Tan coqueto es usted?

¡Esto es algo que dijo Lampard! (risas) Bueno, lo decía porque llevo cremas para el cuerpo, champú... Hay muchos jugadores que llegan al vestuario, se duchan y se marchan. Yo me lo tomo con mucha calma, pero nada más.