Europa League | Aris 1 - Atlético 0
El campeón va al purgatorio
El Aris venció con el sello de Cúper. Un genial zurdazo de Javito tumbó al Atlético. Diego Costa mejoró a los rojiblancos, pero falló un cabezazo fácil
El tan cacareado infierno griego se convirtió en el purgatorio para el campeón de la Europa League en el retorno a la competición. El plan de Quique, desgastar en el primer tiempo para ganar el partido en la reanudación, no resultó porque un canterano del Barça (aviso para el domingo) tumbó al Atlético con un golazo propio de los productos de lujo que fabrica La Masía.
Campo feo y rival incómodo para aspirar a jugar al fútbol. El Aris es un fiel reflejo de Cúper, un equipo muy trabajado, ordenado, con cada peón obediente y entusiasta con la propuesta del pizarrón del entrenador argentino, bien conocido en España. El Atlético aguantó las embestidas del conjunto griego en el primer tramo del partido. Hasta el minuto veinte no tocó la pelota Diego Forlán, señal inequívoca de que el Aris empujaba y de que el trivote que dispuso Quique no era capaz de hacerse con la pelota.
Desgaste. Los de Cúper no podían aguantar mucho la intensidad de su presión y antes de la media hora el Atlético se hizo con el control. Sin crear peligro, ayer los rojiblancos parecían estar más a gusto robando la pelota que creando, en el último tramo de la segunda parte dejaron de sufrir. Le faltaba al Atlético el desborde de Mérida, falto de ritmo tras la lesión, y de Simao, bien marcado. Se echaba en falta la movilidad entre líneas de los interiores y a Tiago se le vio a disgusto en ese puesto de enganche en el que le ubicó ayer el técnico y no se le vio cuando actuó en su sitio. En defensa, el Atlético mantuvo el equilibrio con Camacho (le ha comido la tostada a Mario Suárez, porque mantiene más la posición, aunque el canterano repescado del Mallorca puede rendir mucho, pero incorporándose) y Raúl García. Y Godín volvió a marcarse una actuación magistral, de central bueno, de los que toda la vida han mandado en la zaga colchonera. Junto a Domínguez, forma una pareja que puede ser de época.
El Aris tuvo sus opciones en la primera mitad, con un gol bien anulado al guatemalteco Carlos Ruiz. Pero la entrada de Diego Costa en el segundo tiempo cambió el decorado. Quique iba a por la victoria y en tres minutos, el brasileño creó más peligro para el Atlético que en toda la primera mitad. Eso sí, un equipo de Cúper nunca se descompone y la empresa colchonera no iba a ser fácil. Y en esas apareció Javito para mandarse un zurdazo impresionante que no pudo restar el siempre atento De Gea.
Los adormecidos hinchas griegos volvían a rugir y José Antonio Reyes saltaba al campo por un cansado Fran Mérida. El utrerano es imprescindible en este Atlético, como el anoche añorado Kun Agüero, sobre todo por Forlán, que fue de menos a más, como su equipo y lo dio todo en busca del empate.
El Atlético mostró su ambición en la última media hora. Buscó el empate con ahínco. Y lo tuvo en un centro magistral con la zurda de Forlán que Diego Costa cabeceó arriba con todo a favor. Un delantero del Atlético no debe fallar una ocasión así. El brasileño tuvo la guinda de su actuación en su testa y marró un gol cantado que hubiera significado un empate, que se antojaba justo. El Atlético quiso ganar, pero los griegos le mandaron al purgatorio. Toque de atención, mas el infierno queda muy lejos.