Ambición sin límites

Montilivi brindó con cava por última vez el Tenerife para celebrar su ascenso a Primera, y en Girona empieza esta vez su reto de regresar a la Liga de las estrellas de la mano del técnico Gonzalo Arconada. En el mismo andén también espera tren el Girona, aunque con un destino totalmente diferente. Los rojiblancos quieren empezar la temporada con buen pie para dejar atrás las penurias vividas en el curso anterior (impagos, salvación de penalty en el último suspiro y verano movido a nivel insitucional). Con movimientos rápidos y hechos con criterio, el club ha puesto al frente al técnico del ascenso y de la primera permanencia, Raúl Agné, y el equipo ha experimentado un salto cualitativo gracias a la llegada de gente como Ángel, Jandro, Despotovic o Bautista.

El Tenerife, que se ha mostrado intratable en la pretemporada, a buen seguro que no perdonará al rival el más mínimo de los desajustes que suelen producirse en los primeros partidos y con Nino por bandera, tratará de volver a conquistar un campo en el que su última victoria le abrió las puertas del olimpo del fútbol español. Aunque empieza nueva etapa en otra categoría, el conjunto chicharrero la conoce al dedillo y sus refuerzos (aroma de Primera) le sitúan como uno de los principales aspirantes a marcar rápidamente el territorio.

En Girona se teme su poderío ofensivo, que contrasta con la falta de sincronización que ha demostrado la defensa rojiblanca, que deberá aplicarse al máximo para amargar el estreno a los de Arconada. No sólo para protegerse de los delanteros, sino también del centrocampista Antonio Hidalgo que la temporada pasada demostró tenerle bien cogida la medida al conjunto de Montilivi (3 goles en 2 partidos).