NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Real Madrid 2 - Peñarol 0 | La contracrónica

Angelito y Rafael

El Madrid ganó su 21º Trofeo Bernabéu sin alardes ni excelencia. Fútbol sólo a ráfagas y buenos detalles de Di María, el crack, y Canales, el nuevo ídolo. Mourinho gana, que para eso se le trajo, pero debe mejorar su puesta en escena...

Actualizado a
Angelito y Rafael

Primeras conclusiones. Punto 1: Di María quedó bendecido ayer con la portada del AS en la que hacía la gran confesión: "Quiero enamorar al Bernabéu". Recibió el trofeo al Mejor Jugador del Partido. Bien, Angelito, bien. Punto 2: Van der Vaart no quiere ser el próximo Sneijder o Robben. Quiere quedarse, su acento es de Chiclana y el Bernabéu dictó sentencia. Están con él y no verían bien su venta. Mourinho se enfadará si se va. Rafael es uno de los nuestros que, además, tira los penaltis como los ángeles. Punto 3: el pueblo, que dio una lección llenando el estadio pese a la hora y las fechas, está con Canales, que será ídolo antes de que se le caigan las espinillas. El chaval tiene duende y para Mourinho es tan intocable como la Champions que ganó con el Inter. Punto 4: Ozil y Khedira necesitan tiempo para cuajar en el sistema, pero muestran detalles de peloteros de clase business. Punto 5: como no ha venido Kolarov y Mou quería un '3', ha puesto a Lass de dos para que Arbeloa, el multiusos, pueda ser el relevo de Marcelo cuando proceda. Punto 6: hay cantera. Juanfran es buenísimo y se ganó al aficionado con su desparpajo, verticalidad y motivación. Jugó de lateral, pero es un extremo divino. Tiempo al tiempo. Y punto 7: el número mítico de Raúl me sirve para pedirle a su nuevo portador, Hércules Cristiano, que se tranquilice y no juegue con fuego en acciones alejadas del balón que pueden llevarle a la ducha por anticipado. Tranqui, máquina. Eres grande y no necesitas acudir al lado oscuro de la fuerza...

Ni fu ni fa. Se cumplían 50 años del Madrid-Peñarol de 1960. Mi padre, que anoche estaba en las gradas junto a mi señora madre y mis sobrinos para rememorar aquellos buenos tiempos, se llevó un pequeño chasco. Un día me contó que aquellos primeros diez minutos ante el Peñarol con 125.000 espectadores en las gradas son lo mejor que se haya visto nunca. "Puskas enchufó dos y Di Stéfano otro. No se puede jugar mejor". Le telefoneé tras el partido y me explicó: "Tomás, esto es como la vida. Acepta lo que te ha tocado vivir. Mira el lado bueno. El Madrid ganó el partido, igual que entonces...". Malos tiempos para la lírica.

Sosa, un gamba. Este Sosa es un personaje. Ayer le dijo a mi compañero Carlos Forjanes que iba a despeinar a Cristiano y, lejos de ser un farol, en el campo cumplió su profecía como refleja la imagen que preside esta página. No se puede esperar un gesto más inteligente ni limpio de un tipo que se pegó una costalada antológica haciendo un control de pelota el día de su presentación con el Atleti. Cristiano se equivoca a veces, vale, pero es que siempre le están provocando...

Balance de Mou. El buen juego ya llegará, pero con Mourinho han vuelto las copas. Su Madrid levantó la del homenaje a Beckenbauer, la del Standard de Lieja, la del Ciudad de Alicante y el Trofeo Bernabéu. Cuatro copas en dos semanas. Es el poderío del Moumadrid.

Esperanza blanca. La afición dio una lección en las gradas porque con el madridismo no puede nadie. Su fe es inquebrantable y es su fuerza. Me lo demostraron los peñistas de Eurodís Picanya y Torrent (Valencia), Carcaboso y Malpartida de Plasencia (Cáceres), Peralta (Navarra), Olaf el Vikingo (Guadalajara), El Botijo de Ocaña (Toledo) y San Vicente del Raspeig (Alicante). Esto es como acaba amigos. Con Mourinho, todo será posible...