Barcelona | Primer viaje del presidente culé
Rosell ya sofoca los incendios de Laporta
Visitó al presidente extremeño, insultado por 'Jan'
S i algo le sobró a Joan Laporta durante su mandato (además de títulos) fueron malas maneras. El nuevo presidente, Sandro Rosell, viajó ayer hasta Mérida (Extremadura) -su primer viaje oficial- para reconducir las relaciones con la comunidad y más concretamente con su presidente, Guillermo Fernández Vara.
La visita tenía su aquél. Fernández Vara es el responsable de la peña barcelonista de Olivenza (Badajoz) y, hace 11 meses, escribió un artículo de opinión en el que acusaba a Laporta de excluir a los culés de fuera de Cataluña en sus mensajes. La respuesta del entonces presidente no se hizo esperar y fue un completo ejercicio de mala educación. Laporta llamó "barcelonista de mierda" a Fernández Vara, además de tildarle, hasta en diez ocasiones, de "imbécil".
Rosell acudió ayer a Extremadura para, de algún modo, subsanar el daño que aquel episodio causó. "El presidente", se arrancó Sandro, "simboliza el sentimiento culé que existe lejos de Cataluña". Y señaló: "Es un gran culé. Como responsable de una peña barcelonista durante muchos años, ha convivido y trabajado con el club". Fernández Vara, por su parte, se mostró agradecido por el "gesto" de Rosell de acudir a Extremadura en su primera visita fuera de Cataluña. Al mismo tiempo se congratuló por el relevo en la presidencia azulgrana: "El cambio lo han querido los socios del Barcelona y para mí ha sido una gran alegría".
Cruyff y Cesc.
Rosell, además de arreglar errores del pasado, habló de dos nombres propios: Cruyff y Cesc. Sobre el primero dijo que "sin duda es un símbolo del barcelonismo, un mito viviente y como tal hay que tratarlo. Pero la figura del presidente honorífico le corresponde al socio decidir si debe existir o no".
Respecto a su encuentro con la madre de Cesc en Montmeló, Rosell negó que hablaran de ficharlo porque "los padres se tienen que quedar al margen de las carreras futbolísticas de sus hijos".