Mundial 2010 | Uruguay 1 (4)-Ghana (2)1
Suárez, Muslera y Abreu, héroes de Uruguay
El primero evitó la derrota en el minuto 120 aún a costa de ver la tarjeta roja y el portero hundió a Ghana en los penaltis. Abreu marcó el lanzamiento decisivo a lo Panenka. Uruguay se mete en las semifinales de un Mundial después de cuarenta años.
La historia se daba cita esta noche en el Soccer City y tuvo que ser la suerte de los penaltis la que decidiera al segundo semifinalista del día: Uruguay. Luis Suárez, Muslera y Abreu fueron los improvisados protagonistas de los minutos más apasionantes de lo que llevamos de Mundial.
Casi sin reponernos de la sorpresa de que Brasil, una de las grandes favoritas, cayera ante Holanda, nos encontrábamos con un duelo lleno de atractivos que se fue del lado de los uruguayos. Ghana lo tuvo en el último suspiro de la prórroga, pero falló un penalti que cometió Luis Suárez al parar un gol con la mano. El futbolista del Ajax pasó de villano a héroe cuando Gyan no transformó la pena máxima. Muslera, el portero charrúa brilló en la tanda de penaltis y el 'Loco' Abreu hizo honor a su apodo jugándose el pase con un disparo a lo 'Panenka'.
Un país se enfrentaba a un continente entero. Los africanos han empujado al ritmo de las vuvuzelas a la selección que dirige Rajevac hasta los cuartos de final de su Copa del Mundo. Su rival era el vivo representante del fútbol de antaño, Uruguay, que quería volver a la primera página de un deporte del que fue el rey en 1950 protagonizando el sonado 'Maracanazo'.
Conscientes de lo que se jugaban unos y otros, Ghana y Uruguay saltaron al césped cautelosos, con un miedo atroz a cometer un error que les dejara con un pie fuera de Sudáfrica. Poco a poco, los charrúas fueron tomando el timón hasta hacerse con un dominio total del encuentro. Su principal baza, su delantera. Uruguay sabe que la mayor parte de su fortaleza reside en su pareja de delanteros, Luis Suárez y Diego Forlán, y esa fue su estrategia. Cuando los dos uruguayos tocan el esférico, el rival tiembla. Transcurridos quince minutos, ya habían avisado con sendos remates.
Los de Tabárez parecían tener las ideas muy claras y lo que querían era obligar a Ghana a cometer errores. Y así fue, pero no supieron aprovechar su momento más dulce y los africanos despertaron con dos ocasiones seguidas de Vorsah de cabeza y un derechazo de Gyan. Fue entonces cuando Scotti tuvo que sustituir al lesionado Lugano. En los confines de la primera parte, Muntari se encargó de materializar la superioridad ghanesa en un gol.
El hijo pródigo había regresado para intentar que su selección marcara un hito en la historia del fútbol tras clasificar a un equipo africano para semifinales. Menos mal que Rajevac supo rectificar y se dio cuenta de que el jugador del Inter es una pieza importante en cualquier combinado.
Mano de Suárez y fallo de Gyan
La Celeste regresó al terreno de juego tras el descanso herida en su orgullo, pero Forlán le puso remedio con un espléndido gol de falta directa marca de la casa en el minuto 56. Empate a uno. Ahí se rompió el partido, que transcurría entre errores de unos e imprecisiones de otros. Ambos equipos veían, cansados, como se aproximaba la inevitable prórroga.
Los ghaneses se relamían con el buen recuerdo de su pase a cuartos derrotando a Estados Unidos y decidieron seguir la misma táctica: dominar desde el principio. Esta vez no les salió bien por poco. En los minutos finales de la prórroga, todo pintaba de maravilla aunque acabaría en tragedia.
Luis Suárez decidió parar con las manos, en una jugada loca, un disparo de Adiyiah. El delantero uruguayo vio la roja y abandonó el césped entre lágrimas, consciente de que podía haber regalado las semifinales de un Mundial a Ghana. Nada más lejos de realidad; se convirtió en el héroe después de que Gyan fallara el decisivo penalti que haría desembocar el partido en la tanda de penas máximas.
Forlán abrió la lata para los sudámericanos y Abreu la cerró. Por medio apareció Muslera para detener dos penaltis y dejar en las botas del 'Loco' la clasificación. Éste se la jugó y mucho con un disparo a lo 'Panenka' que metió a la selección de Uruguay en las semifinales de un Mundial después de las de México 70. La Celeste está de vuelta y le espera Holanda.