El desplante de Kaká al norcoreano Jong Tae-se molesta a hinchas chinos

Corea del Norte se ha convertido en estos Mundiales en uno de los países más populares entre los aficionados chinos, por lo que un supuesto desplante del brasileño Kaká a un jugador norcoreano, que le ofreció sin éxito intercambiar camisetas, ha desatado críticas contra el jugador del Real Madrid.

Según comentó hoy la web "ChinaSmack", que analiza fenómenos internautas en el gigante asiático, algunos aficionados al fútbol de China se han mostrado molestos por la negativa de Kaká a intercambiar su camiseta con el delantero norcoreano Jong Tae-se, famoso por la emoción con la que llora cada vez que suena el himno nacional en el inicio de los partidos.

"Algún día será Kaká el que le pida la camiseta a Jong Tae-se", señaló en el foro de discusión NetEase, uno de los más populares de China, un internauta de Pekín. "La actuación de Kaká en este partido fue bastante peor que la de Jong", destacó otro internauta. Quizá el hecho de que el perjudicado en el pequeño incidente fuera Jong, que se ha convertido en uno de los futbolistas más populares del Mundial para los internautas chinos, ha ayudado a que el gesto de Kaká no gustara.

"En 2002, cuando China jugó con Brasil en la fase preliminar, toda la selección intentó intercambiar sudaderas con los brasileños. Nadie consiguió una", recordó otro usuario en el foro de NetEase.

No obstante, algunos usuarios, e incluso la prensa surcoreana que informó de esta pequeña anécdota, argumentaron que es posible que Kaká no entendiera a Jong cuando éste le pidió cambiar camisetas.

Esto podría no ser así, ya que el pelado delantero norcoreano, nacido en Japón de padres de etnia coreana, habla algunas palabras en portugués, como puede comprobarse en algunos vídeos suyos que circulan en YouTube.

Corea del Norte, por vecindad e historia común, es uno de los países más apoyados por los aficionados chinos, hasta el punto de que llegó a ocupar el segundo lugar en una encuesta de la televisión estatal de este país para preguntar a los espectadores cuál era el combinado que querían que ganara el Mundial.

También son chinos, aunque al parecer pagados por el Gobierno de Corea del Norte, los cerca de un centenar de seguidores que, vestidos con el rojo y azul típicos de Corea y pertrechados con banderines, están animando a la selección del aislado país asiático en los estadios de Sudáfrica.