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Mundial 2010 - Grupo A | Francia

Francia se niega a entrenar por la expulsión de Anelka

La tricolor echó gasolina al fuego que debasta su concentración. Tras quedar virtualmente eliminados y ver pesarosos cómo Anelka, expulsado, regresaba a Francia, ayer los jugadores se amotinaron. Sarkozy ordena formalidad.

S. Damian-Tissot
Francia se niega a entrenar por la expulsión de Anelka
reuters, ap

Francia sigue haciendo historia, negativa historia, en Sudáfrica. Tras los malos resultados, tras los insultos de Anelka a Domenech y de su exclusión de la selección, los bleus escribieron ayer un nuevo capítulo cuando se negaron a entrenarse como protesta por la expulsión de Anelka.

A las cuatro de la tarde, el conjunto galo llegó a su campo de entrenamiento, el Field of dreams de Knysna. Los jugadores no enmascaraban sus sentimientos. Los ánimos estaban caldeados y las caras, tristes. Pesar de todo, Ribery y compañía atendieron a los aficionados. A pocos metros, Patrice Evra y el preparador físico, Robert Duverne, reñían, separados por Raymond Domenech. Molesto por lo que le dijera el capitán francés, el técnico tiró su silbato y abandonó el campo. Según fuentes diversas, Evra le había acusado de filtrar a la prensa lo sucedido en su vestuario durante el descanso del Francia-México. Posteriormente, técnico y jugador desmentirían esas informaciones señalando que el motivo de la discusión fue la decisión de los jugadores de no entrenarse.

Poco después de la riña, los jugadores volvieron al autobús con el seleccionador. Al tiempo, el director delegado de la Federacion Francesa, Jean-Louis Valentin, enfurecido, declaró: "Los jugadores no quieren entrenarse. Es una vergüenza. Me vuelvo a París a dimitir".

Media hora después, Domenech bajó del autobús con una carta de sus jugadores en la que estos manifestaban su malestar con la Federacion por la expulsión de Anelka e indicaban que no querían entrenarse. El autobús arrancó y tomó la dirección del hotel de los bleus sin el seleccionador.