LIGA ADELANTE | REAL SOCIEDAD 2 -CELTA 0
La Real Sociedad asciende como campeón de la categoría
El conjunto donostiarra es nuevo equipo de Primera División tras un triunfo trabajado ante el Celta que le convierte además de forma matemática en campeón de Liga en la categoría de plata, independientemente de lo que ocurra en la última jornada.
La Real Sociedad es nuevo equipo de Primera División tras un triunfo trabajado ante el Celta que le convierte además de forma matemática en campeón de Liga en la categoría de plata, independientemente de lo que ocurra en la última jornada.
El partido fue muy espeso en su primera mitad, nervios en la grada que contagiaron a los jugadores de Martín Lasarte y que dieron alas a un Celta muy bien posicionado en el campo, dominador en el juego y que disfrutó de alguna ocasión para amargar la gran fiesta local.
Una acción de Griezmann y un acercamiento de Carlos Bueno fueron todo el bagaje ofensivo de los donostiarras en los primeros 45 minutos, mientras que el Celta con un tiro lejano al larguero de Michu mereció algo más que el pobre empate a cero con el que se fueron a vestuarios.
La segunda mitad, con los donostiarras desbloqueados, fue otra historia y además se evitó cualquier sufrimiento cuando Xabi Prieto marcó el primer gol de penalti, con cierto suspense al tener que repetir la pena máxima por invasión de área. Marcó los dos disparos y en la celebración se lesionó.
El Celta, que hasta ese momento había rayado a gran altura y no se jugaba nada en este encuentro, bajó los brazos y decidió convertirse en espectador privilegiado de la celebración que se vivía en Anoeta, con más de 30.000 aficionados eufóricos por su retorno a la Primera División.
Siguió el buen fútbol en el terreno de juego con los donostiarras con muchas ganas de gustarse y un carrusel de cambios preparados por Martín Lasarte con cierta carga emotiva, como el de Sergio Rodríguez que posiblemente no seguirá la próxima temporada.
Al final y sin que en ningún momento peligrara el resultado, ni tampoco el liderato por los resultados de los rivales, el pitido final dio inicio a una fiesta inolvidable en el propio estadio, tras tres temporadas en la segunda categoría del fútbol español.