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Chile resuelve en tres minutos

Chile doblega a Nueva Zelanda (2-0) en la recta final del partido en el estadio municipal de Kanyamazame.

Chile resuelve en tres minutos

Dos latigazos letales, dos contragolpes rapidísimos, en apenas tres minutos, permitieron a Chile doblegar a Nueva Zelanda (2-0) en la recta final del partido, en un choque descafeinado y tedioso, cuyo mayor interés no estuvo sobre el terreno de juego sino en las gradas del modesto estadio municipal de Kanyamazame, donde ya se respira ambiente de Mundial.

La cercanía de la competición oficial y el formato del encuentro -tres tiempos de treinta minutos con ocho de descanso entre cada uno de ellos- no ayudaron a ver un fútbol más competitivo y vertiginoso. Ambos técnicos reservaron a algunos de sus mejores hombres, optando por no mostrar todas sus cartas y dosificando esfuerzos con constantes sustituciones para no quemar a los jugadores ante su inminente debut en la fase final.

Así que, cada uno en su estilo, chilenos y neozelandeses intentaron tomarse el encuentro de la mejor forma, pero con la mente puesta en lo que tendrá que afrontar, ya con plenas garantías, a partir de la próxima semana. Ganó el que más dominó, el que más quiso y el que fabricó más peligro, aunque al equipo de Marcelo Bielsa, que no contó con el lesionado Suazo ni con Valdivia ni Mark González, ambos con alguna molestia física, le costó hacerse con el control del partido.

El fútbol más primario y directo de Nueva Zelanda se impuso durante la primera media hora, donde Brockie avisó en dos balones colgados al área. Después, poco a poco fue bajando su ímpetu hasta quedar a merced de su rival en el último tercio del choque.

Chile en cambio, empezó con excesiva cautela, a un ritmo mucho más pausado que sólo se molestaba en acelerar cuando tenía posibilidad de armar una contra.

Al equipo de Bielsa, sin embargo, le faltaba precisión en la finalización. Un par de destellos de Matías Fernández y Alexis Sánchez y un remate entre los tres palos -un golpeo seco de Beausejour que Paton desvió a córner- fue todo su caudal ofensivo en este primer período.

No mejoró el choque en los segundos treinta minutos. Ninguno de los dos equipos lograba imponerse en el centro del campo y el resultado fueron un rosario de jugadas precipitadas y balones entregados al adversario.

Mientras, sudafricanos, chilenos y neozelandeses jugaban su otro partido en la grada, a la espera de alguna buena noticia sobre el césped que justificase que habían venido a ver un partido de fútbol entre dos selecciones mundialistas.

En la recta final, con una selección chilena cada vez más crecida, llegó el gol. Primero, en un disparo cruzado de Fierro tras un pase al espacio de Matías Fernández, el hombre que canalizó todo el juego ofensivo de Chile y el mejor de su equipo junto con Isla, que hoy realizó un notable partido como carrilero.

Tres minutos después, en otra contra fugaz, Paredes cerraría la cuenta al rematar de primeras un centro raso de Vidal desde la banda derecha.