Liga BBVA | Athletic
El club despide a Yeste en un escenario de polémica
El centrocampista ya es pasado en el Athletic. Se va por la puerta de atrás sin un reconocimiento a sus doce años en el primer equipo y sus 19 campañas en Lezama. El jueves llamó tres veces a García Macua, que no le cogió el teléfono y rechazó la comunicación.
Fin de ciclo para Fran Yeste, que desde ayer se puede presentar como ex jugador rojiblanco. En realidad, el asunto está cerrado desde el jueves. Ha sido una negociación enrevesada que en las últimas horas se ha salpicado de comunicados: el del club y el del propio jugador. Por detrás, al futbolista bien podría quedarle la sensación de que le han tirado a la basura.
El jueves por la noche, consciente de que su futuro rojiblanco se había tratado en la reunión de la junta directiva, el zurdo llamó hasta tres veces al presidente García Macua, que rechazó cada una de las comunicaciones. No quiso dar la cara y el basauritarra entendió bien el mensaje. Si no me quieren, me tendré que ir. Estuvo a punto de marcharse de Menorca, pero sus todavía compañeros le animaron a quedarse.
Yeste es historia en el Athletic, club en el que ha militado toda su vida deportiva. Se va por la puerta de atrás, sin reconocimiento público y, para el club, convirtiendo su adiós en la tercera noticia del día en su página web oficial. Por delante estaban la incorporación del Ayuntamiento a la Sociedad San Mamés Barria y el fichaje de Mikel San José.
La rúbrica a su salida es sólo la confirmación de algo que ya estaba cantado. Según reflejó el comunicado enviado ayer por el futbolista, entre junio de 2009 y el pasado 19 de mayo se han producido 13 reuniones entre su agente y los representantes del Athletic. El club no se quedó atrás y envió otro comunicado. Más madera para la fogata de la polémica.
Yeste, en su escrito, relata como el pasado 13 de enero, en el primer cara a cara con Fernando García Macua en la negociación, el club dejaba sin efecto su última oferta "y, en consecuencia, a lo más tardar, en quince días tendríamos una nueva y definitiva propuesta de renovación". Ese contacto tardó cuatro meses en producirse.
Por el medio hay algo que se pierde. El Athletic, en la nota colgada en la web, rodea la situación de un punto de gravedad al destacar que "la nueva oferta, que se le iba a trasladar en febrero del presente año, no se produjo por las circunstancias que tanto el jugador como su representante conocen de primera mano".
Mil vueltas. La negociación ha sido larga y en ella el futbolista aceptaba rebajarse el sueldo a casi la mitad de lo que percibía actualmente: primero queriendo firmar un contrato por tres temporadas y después plegándose a la exigencia de que la tercera fuese condicionada a una serie de variables. "El presidente es perfecto conocedor de la implicación y compromisos adquiridos". También dice que durante este periodo se han publicado informaciones "en las que se ha sentido ofendido" pero que jamás ha respondido, "aún teniendo razones sobradas", entendiendo que beneficiaba su continuidad.
El zurdo concluye su comunicado lamentando que "los actuales regidores del club" no le hayan permitido despedirse públicamente "como merecía" y expresa su "más profundo agradecimiento" a los aficionados, a los que desea éxito en el futuro. El Athletic, por su parte, le agradece los servicios prestados.