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Liga BBVA | Barcelona - Valladolid

Con Iniesta a por los 99

El título y el descenso se citan esta tarde en el Camp Nou

<b>CLEMENTE SONRIENTE. </b>Javier Clemente, a su llegada ayer a Barcelona encabezando la delegación del Valladolid.

Guardiola tiene una admiración especial por Iniesta. Mientras el manchego ponía en cuarentena su posible regreso al equipo, el entrenador fue ayer contundente: "Igual lo convenzo para que salga de inicio". Jugará ante el Valladolid. Tras cuatro semanas viendo el fútbol desde el palco o el sofá de su casa, Don Andrés tendrá la responsabilidad de conducir el juego de ataque con Touré y Keita; fracasó el club en su intento de encontrar clemencia con Xavi, y el manchego organizará.

Se presume un drama. El Barça tiene que ganar para volver a ser campeón; el Pucela, debe hacer lo mismo para evitar el llanto. Podrían arriesgar ambas escuadras e incluso empatar o perder, pero los corazones de catalanes y manchegos ya sufrieron demasiado como para dejarlo todo al azar.

Se miden dos estilos diferentes. El arte de Guardiola ante el fútbol piedra de Clemente. No hay más. Ahora, eso sí, el entrenador vasco tiene algo, una cosa diferente, que hace que el culé no acabe de fiarse y la ansiedad tendrá muchas cosas que decir. Los culés ya padecieron una crisis de pánico ante el Inter en la Champions y se quedaron con las ganas, cuando todo estaba listo para ir a Madrid.

La idea.

Clemente (nunca pudo ganar a Guardiola cuando éste era jugador) saldrá a defender, pero no a colgarse del larguero. Eso sería suicidarse. Como ya hicieran Hugo, Pochettino, Valverde o Mourinho, taponará la creación culé para lanzar a sus puntas, donde Manucho y Diego Costa (11 goles entre los dos) tratarán de correr y sorprender, que en su historia consiguieron ocho títulos en la última jornada; los pucelanos llevan salvando el cuello de manera consecutiva dos años seguidos.

Barrunta el vasco una defensa al uso de cuatro, con marcaje individual para Messi, la gran amenaza para la supervivencia en la elite, con una línea de tres por delante. El resto, a rezar. Pep aguarda, mientras mima a Iniesta y al resto del equipo para ir a por los 99 para gritar: "¡Campeones!".